@Mientras esperamos que la gente que maneja el fútbol y la seguridad en los estadios de una vez por todas se ponga las pilas (ojo, que las pilas se las pongan alcalinas y de larga duración, no de esas baratas que se venden en Plaza Once y duran menos que un rato de sobriedad de Pity Alvarez), y arreglen este desastre, acá les mando algunos tips para evitar la violencia en el próximo River-Boca:

  • Que se aplique una multa de 50 mil pesos por cada canto xenófobo o palabra hiriente terminada en “udo”, en “ete”, en “ierda” y/o en “cha de tu madre”.
  • Que se sancione pecuniariamente con el doble de la cifra anterior, por cada botella, zapato, paraguas u otro proyectil o material pirotécnico arrojado.
  • Que el equipo visitante se movilice por la ciudad y llegue al estadio en un micro de escolares, para no levantar sospechas.
  • Que en su defecto, el micro en donde se movilice el equipo visitante esté ploteado con los colores del Club Sportivo Desamparados de San Juan. Nadie ejerce violencia contra un equipo del Torneo Federal A.
  • Que así como hay bicisendas, se construya una “bosterosenda” que vaya de la Bombonera al Monumental, y que haya prioridad de paso para todo micro que transporte deportistas xeneizes.
  • Que si las medidas anteriores no son suficientes, se construya un equivalente al Metrobús, llamado “Bosterobú” y que, obviamente, sea de exclusividad para autos y micros que estén embanderados con los colores auriazules.
  • Que el partido se postergue hasta el 2034 y que la culpa de lo que pase sea de nuestros nietos y de los dirigentes que ellos hayan votado.
  • Que el partido entre River y Boca se juegue en el Estadio Nacional de Singapur. En la última final del campeonato por la Copa Asiática, el único hecho de violencia registrado consistió en un pelotazo recibido por un espectador que volcó su cono de papas fritas, y que con esa acción manchó con aceite la remera del espectador de abajo.
  • Que no haya partido de fútbol y que todo se defina al mejor de tres partidas de “piedra, papel o tijera”.
  • Que los partidos de fútbol no tengan más lugar en los estadios sino en los patios de las iglesias, los dirijan los curas, después de la misa de las cuatro, que el papa Francisco reemplace a Infantino y que todo feligrés tenga derecho a subirse al púlpito a cantar: “El que no reza es un ateo, el que no reza es un ateo!”.
  • Que se suspenda definitivamente el fútbol argentino y que en los canales de televisión deportivos, en vez de partidos de fútbol, pasen películas con Ricardo Darín o capítulos de Los Simpson.