Una multitud marchó de Congreso a Plaza de Mayo en conmemoración por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Bajo la consigna “No al G-20 y el FMI. Abajo el ajuste de Macri y los Gobernadores”, más de 26 agrupaciones políticas y sociales, encabezadas por la Campaña Nacional contra las Violencias hacia las Mujeres y la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, leyeron un documento consensuado en el que repudiaron el presupuesto del Poder Ejecutivo, la violencia machista y el fallo del juicio de Lucía Pérez.

“Venimos a decir que no nos callamos más”, exclamó Melisa Gargarello, integrante de la Campaña Nacional contra las Violencias hacia las Mujeres. Gargarello denunció que el gobierno de Mauricio Macri para el 2019 “nos deja con un presupuesto anual de 11 pesos por mujer, lo que es menos que un boleto, para prevenir y asistir a mujeres y disidencias sexuales”. “Además se reduce el presupuesto para el Instituto Nacional de las Mujeres, el ente que debería aplicar la ley 26.485 para la erradicación de las violencias”, dijo a PáginaI12. 

En la cabecera de la marcha, manifestantes exhibieron fotos de Lucía Pérez, la adolescente asesinada en Mar del Plata en 2016. “Sentimos mucha rabia”, lamentó Gargarello. En el documento leído en Plaza de Mayo, denunciaron el fallo del caso que determinó que no se trató de un femicidio. “Nos encontramos con un fallo que desvincula a los responsables y los deja prácticamente absueltos”, afirmó.

Stella Maris Gilabert, médica e integrante de Cicop, marchó con un títere gigante de una mujer crucificada. La figura tenía una cuchilla y un cucharón de cocina colgando de sus manos, una corona de cubiertos y chupetes en los pechos. “La cruz es un elemento de tortura. Quise representar las torturas que sufrimos las mujeres”, explicó.

Además de denunciar el ajuste presupuestario, la diputada Romina del Pla destacó que “tenemos que derrotar las complicidades con las iglesias y tener claro que los sectores clericales no van a acompañar nuestros reclamos”. Y explicó que en un contexto de ajuste “las mujeres somos las primeras en perder los empleos y las que sufrimos el ajuste en materia de derechos”. La diputadadijo que el FMI y el G-20 son los que reclaman “este ajuste brutal que estamos sufriendo”. 

Belén Spinetta, referente de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), destacó que su organización reclama que el Gobierno declare la emergencia nacional de violencia contra las mujeres. “Esto implica que se dediquen partidas presupuestarias extraordinarias para la atención de violencia”, afirmó. La CCC también pidió justicia por Patricia Parra, integrante de la organización que fue asesinada por su pareja antes de viajar al Encuentro Nacional de Mujeres.

Varias mujeres marcharon con remeras en reclamo de justicia por Laura Iglesias, asesinada en 2013. “Era trabajadora social y la mató la desidia estatal. Fue violada y asesinada haciendo trabajo de campo”, contó Belén Sánchez, compañera de Iglesias, que marchó con su hija, Valentina.

Nina Brugo, una de las primeras militantes de la Campaña por el Aborto, sostuvo que “es bueno que haya tanta gente diciendo basta de violencia, que no queremos seguir viviendo en una sociedad tan desigual”, y agregó: “Este año empezamos a tocar el poder patriarcal e iremos de a poquito desmoronándolo. Los cambios sociales vienen con el feminismo”.