La “guerra comercial” China y Estados Unidos podría incluir a la Argentina en el listado de “daños colaterales”. Un comunicado de la vocera del presidente norteamericano, Sarah Huckabee Sanders, indicó que ambos mandatarios coincidieron en “enfrentar” la “actividad económica depredadora” de la potencia asiática. El canciller argentino, Jorge Faurie, se apresuró a aclarar que “el adjetivo ‘depredador’ corre por cuenta” de la portavoz y no del presidente argentino, quien mantendrá una reunión bilateral con Xi Jinping con la esperanza de firmar acuerdos comerciales.

La declaración de la vocera de Trump indicó, textual, que “hoy, antes del inicio de la Cumbre del G20, el presidente Trump y el presidente Macri se reunieron durante el desayuno (…) Los dos líderes reiteraron su compromiso compartido de enfrentar los desafíos regionales como Venezuela y la actividad económica depredadora china".

La peor interpretación que Pekín podría hacer de ese calificativo es que Macri, en su carácter de presidente temporal del G-20, decidió alinearse con la política desafiante de Washington. En cambio, la lectura más benevolente sería que la inclusión de ese concepto fue producto de la candidez diplomática de Macri. Ambas posibilidades no dejarían bien parado al argentino.

De todas maneras, la consideración fue hecha solamente en la versión que Huckabbe Sanders hizo de lo conversado en la Casa Rosada entre los dos presidentes, junto con sus respectivas comitivas diplomáticas. Es más, luego ratificó a través de Twitter que en el encuentro se habló sobre China, algo que los ministros argentinos ni siquiera mencionaron en su informe posterior al encuentro. Por eso Faurie salió a bajarle el tono a esos dichos.

El titular del Palacio San Martín aseguró que las comitivas hablaron "de la situación regional, en particular de lo que significa Venezuela” respecto de supuesta “falta de democracia”, así como también de temas “en cuestiones migratorias, cuestiones de salud".

Luego se refirió al comentario de Trump sobre la posibilidad de que la Argentina compre material militar estadounidense: "Se hizo una mención sobre si disponemos de armamento norteamericano y cuáles son las posibilidades. En este momento, pocas", resumió y habló de "dificultades presupuestarias" para una compra de ese tipo.

El interés por no embarrar la relación con China reside en que Macri se reunirá el próximo domingo con Xi Jimping para revisar la posibilidad de mantener acuerdos comerciales y diplomáticos, y darle impulso a otros nuevos. El objetivo es hacer caer de una vez por todas la mentada “lluvia de inversiones” del gobierno macrista, algo podría verse afectado por cualquier malentendido diplomático.