"Si no existe el consenso entre los países va a ser difícil que se llegue a una declaración conjunta", admitió el secretario de Política Económica, Miguel Braun, aunque consideró que la organización de la cumbre del G-20 "es igualmente un hecho positivo para la Argentina y nos refuerza en el camino de salida de la coyuntura difícil que tenemos, nos permite mostrar que el mundo nos apoya". 

En un encuentro con periodistas de varios medios, entre ellos Página/12, Braun mencionó los desencuentros que existen entre los líderes globales en torno a temas comerciales y medioambientales e intentó despegar al gobierno nacional del comunicado emitido por la administración norteamericana, en donde se cita un diálogo entre Donald Trump y Mauricio Macri en donde critican la "actividad económica depredadora china". Macri no quiere por nada del mundo pelearse ni con Trump ni con China. Braun dijo que el riesgo país no baja porque los inversores tienen dudas sobre el éxito electoral de Macri en 2019.

El grado de tensión que sufre el sistema multilateral podría derivar en la falta de consenso para emitir una declaración conjunta en la cumbre del G-20 en Buenos Aires. El tema lo excede largamente al gobierno argentino, pero a la vez lo deja expuesto en su rol de organizador. Braun indicó que "Argentina ha venido desarrollando un trabajo muy intenso a lo largo del año como negociador honesto, acercando posiciones. Sin embargo, el contexto mundial es complejo y hay diferencias obvias que están a la luz de todos. Estamos intentando navegar entre esas diferencias para alcanzar un consenso. Hemos visto en varias cumbres significativas de los últimos años que han terminado sin una declaración de consenso, con lo cual es un riesgo real que no lo haya. Hay discusiones en torno al FMI, cambio climático y del sistema internacional de comercio. De todas maneras, en las cumbres en las que estuve los documentos se cierran en el último minuto, así que hasta ese momento se puede seguir negociando y discutiendo".

Consultado sobre si la falta de un documento de consenso implicaría un fracaso de la Argentina, Braun contestó "de ninguna manera". "Para la Argentina ya es un gran hito la organización del G-20. Es la reunión internacional más importante de la historia nacional en términos de la participación de líderes, es el 85 por ciento del PIB mundial, y la posibilidad que tuvimos este año de interactuar con los líderes de estos países y los ministros nos ha abierto oportunidades en temas comerciales, de inversión y turismo. Así que para la Argentina es un gran éxito esta cumbre".

¿Qué implica organizar la cumbre del G-20 en la actual coyuntura económica nacional?, le preguntó a Braun este diario. "Creo que es muy positivo y nos refuerza en el camino de salida de la coyuntura difícil que tenemos, nos permite mostrar que el mundo nos apoya, nos acompaña, que está al lado nuestro en un momento difícil. Por supuesto, hubiera sido mejor tener esta cumbre en medio de un momento de crecimiento y de mayor bienestar. Eso nos daría más razones para festejar. Pero creo que en este momento es muy positivo. Nos ayuda a salir de la crisis y me parece que confirma la estrategia correcta que tomó el Presidente Macri desde un principio, que fue la de entablar relaciones constructivas con el mundo", dijo Braun.

Concretamente, ¿en qué sentido implica una ayuda?, repreguntó este diario. "Todos estos anuncios de inversiones, el apoyo que obtuvimos de los países del G-20 en el crédito del FMI, que es lo que nos permitió evitar una crisis más profunda. El apoyo que estamos recibiendo para el ingreso de la Argentina a la OCDE", respondió el funcionario de la cartera que dirige Nicolás Dujovne.

En relación a la crisis cambiaria que distorsionó todo el escenario económico nacional de los últimos meses, Braun consideró que "Argentina tiene una necesidad a corto plazo de salir de la turbulencia financiera. Estamos empezando a salir pero todavía no podemos cantar victoria, tenemos que seguir muy enfocados en cumplir con el programa que nos hemos puesto de reducción del déficit fiscal y de estabilización del tipo de cambio y de los precios".

"¿Por qué no baja el riesgo país?", le preguntó este diario. Braun reflexionó que "bajó desde los 850 puntos hasta unos 700. Había bajado un poco más pero volvió a subir principalmente acompañando a la mayor volatilidad de los emergentes en general. Pero yo creo que la principal duda que tienen hoy los compradores de bonos argentinos es la situación política. Nosotros estamos muy confiados en que el gobierno mantiene un piso importante de apoyo, creemos que son más los argentinos que quieren continuar con el cambio y que la economía, al recuperarse y estabilizarse el año que viene, va a ser un factor que traccione positivamente. Pero creo que muchos inversores todavía están escépticos respecto de ese diagnóstico y por lo tanto se mantiene elevado el riesgo país".