Explicaba antaño el brit John Mollo (1931-2017), legendario vestuarista de las primeras dos cintas de Star Wars, que definió el look de Darth Vader a partir de ciertos elementos específicos: “un traje negro de motociclista, un casco nazi, una máscara antigás y una capa de monje”. Indumentaria oriental en general –y del cine de Akira Kurosawa en particular– valieron de inspiración para moldear la estética postapocalíptica de los personajes humanos. Los Jedis, monjes medievo-budistas; los stormtroopers, futuristas al estilo 60s. George Lucas había pergeñado una apariencia distinta para cada galaxia, que plasmó el ilustrador Ralph McQuarrie, pero a Mollo le tocó el bordado fino y, claro, la ejecución. Pues, a modo de rara memorabilia, los cuadernos de Mollo con los sketches originales para Una nueva esperanza y El imperio contraataca serán subastados el 11 de diciembre en la casa Bonhams, en Londres. Además de notas personalizadas y dibujos de los diseños, descripción de los costumes, anotadas están allí entradas diarias de producción, fechas de reuniones, etcétera. Así, quienes gusten adquirir los dibujos con los looks primogénitos, luego depurados, de Obi-Wan Kenobi, Han Solo, la Princesa Leia, Chewbacca, Darth Vader, entre otros, tienen por fin la chance. También a disposición su invitación a los premios Oscar del 78, donde –acompañado por actores disfrazados– Mollo recibió el premio a Mejor Vestuario por la primera película de Star Wars, y señalando a los soldados interestelares que lo rodeaban, lanzó cierto chascarrillo: “Como podrán ver, mi trabajo menos tiene que ver con diseño de indumentaria y más con conocimiento general de ingeniería automotriz y de plomería”.