El presupuesto 2019 para la provincia de Buenos Aires se acercaba anoche a su aprobación en la legislatura bonaerense. Después de idas y vueltas durante la tarde y casi llegando a la noche, el oficialismo macrista dividió el proyecto inicial: presentaron el de Presupuesto por un lado, y el de Endeudamiento e Impositiva –que necesitan de los dos tercios en ambas cámaras– por el otro. Así logró destrabar la sesión con el Frente Renovador (FR) y parte del peronismo. Los del FR votarán a favor de la toma de deuda, pero en contra del presupuesto. En cambio, los legisladores que responden a los intendentes peronistas lo harían a favor del presupuesto.

Estaba previsto que la sesión en el Senado fuera la primera en comenzar, y una hora más tarde se iniciara el debate en Diputados. Pero las negociaciones del gobierno con la oposición se retrasaron, por lo que minutos pasadas las 16 los legisladores votaron pasar a un cuarto intermedio para afinar el lápiz y poder llegar a un acuerdo que satisfaga a todos los sectores involucrados. Recién cerca de las 20 y con el equipo económico del gobierno en el Senado desde temprano, acordaron partir el proyecto en dos para dividir los votos de una u otra ley. El Presupuesto 2019 que contempla un gasto de 929 mil millones de pesos mientras que por otro fue el de Endeudamiento por 68 mil millones de pesos.

El punto más rechazado por los intendentes y los legisladores peronistas estaba centrado en el traslado de subsidios de la gobernación a los municipios. Son entre trece y catorce mil millones de pesos que la gobernadora María Eugenia Vidal pretendía que salieran de las arcas municipales. Entre los subsidios al transporte, tarifa social y los gastos operativos del Ceamse, Vidal intentó que los dirigentes territoriales del PJ pagaran los costos políticos en un año electoral. Pero la idea generó problemas internos en Cambiemos. Los jefes comunales radicales pusieron el grito en el cielo porque también los afectaba, al igual que los massistas. La explicación hacia los propios era que se trataba de un punto a negociar con los justicialistas, algo que finalmente sucedió.

Después de que el viernes los peronistas se reunieran con el ministro Joaquín De La Torre, el acuerdo por los subsidios quedó subsanado. El peronismo actuó en bloque, por lo que en un guiño hacia la negociación, acordaron liberar a los legisladores del Partido Justicialista-Unidad y Renovación, que responde a los intendentes para que voten a favor del presupuesto. Unidad Ciudadana votará en contra, pero “no significa para nada una ruptura”, señaló a PáginaI12 un dirigente kirchnerista. En el marco de acuerdo también se eliminaba el tope del 38 por ciento para el aumento de las tasas municipales.

Afuera, las calles que rodean a la Legislatura, en La Plata, fueron fortificadas por vallas y los cercos policiales que solicitó la gobernación temiendo una situación parecida a la sucedida con el presupuesto en el Congreso Nacional. Hasta el edificio se movilizaron estatales,  médicos y  docentes que realizaban un paro en repudio al presupuesto de ajuste, en línea con el acuerdo firmado por el gobierno con el FMI.  

El massismo aprovechó la oportunidad para meter en la mesa de negociación la creación de una comisión que analizará una reforma electoral, principalmente el desdoblamiento de las elecciones municipales de las nacionales, un anhelo de Sergio Massa, ante el año electoral que comienza y la polarización entre macrismo y kirchnerismo.