Un ex secretario de Seguridad de Río Negro y cinco funcionarios policiales de esa provincia fueron condenados a prisión efectiva por su responsabilidad jerárquica o su participación directa en las muertes de Sergio Cárdenas y Nicolás Carrasco, durante una violenta represión a vecinos de Bariloche que se habían movilizado,en 2010, para protestar por el asesinato de un adolescente a manos de un uniformado. Los condenados de mayor rango político o policial son el ex secretario de Seguridad de la provincia Víctor Cufré y los ex jefes de la policía local Argentino Hermosa y Jorge Villanova. 

Los jueces de la Cámara del Crimen de Bariloche Marcelo Barrutia, Emilio Riat y Juan Lagomarsino, condenaron a cuatros años de prisión y ocho de inhabilitación para ejercer cargos públicos a Cufré y a los policías Hermosa y Villanova. También fueron condenados a igual pena los funcionarios policiales Víctor Sobarzo, Marcos Epuñan y Darío Pil. El tribunal dictó además la absolución del ex jefe de la Comisaría 28, Jorge Carrizo, y del segundo jefe de la Regional III de la provincia Fidel Veroiza. Los hechos ocurrieron el 17 de junio de 2010 en el barrio Alto de Bariloche, conmovido por una protesta de los vecinos, entre ellos unos 50 jóvenes, que salieron a reclamar por el asesinato, ocurrido la madrugada de ese mismo día, del adolescente Diego Bonefoi, baleado por el policía Sergio Colombil.

El suceso ocurrió en horas de la madrugada, cuando Bonefoi escapaba junto con unos amigos, luego de cometer un robo menor. El agente Colombil comenzó a perseguirlos y realizó disparos que alcanzaron al chico, que sufrió heridas en la espalda y en la cabeza, que le causaron la muerte. El joven no llevaba arma alguna, como quedó demostrado en el juicio oral, a pesar de que la policía había dicho lo contrario luego de “plantar” un arma en la escena del crimen. 

Una vez que el caso se hizo público, los vecinos salieron en forma masiva a expresar su repudio, mientras que policías de las distintas comisarías se reunieron en los alrededores del barrio y comenzaron a reprimir en forma indiscriminada a los manifestantes. Además de lanzar gases lacrimógenos y disparos con balas de goma, utilizaron munición de plomo, como quedó demostrado en la investigación. La represión causó la muerte de Carrasco y Cárdenas y otros 13 vecinos sufrieron heridas de consideración.  

En el juicio oral por el asesinato de Bonefoi, el policía Colombil fue condenado a 20 años de prisión. Ahora, los jueces de la Cámara del Crimen de Bariloche que condenaron al ex secretario de Seguridad y a los policías, señalaron en su fallo que hubo “un descontrol” en el uso de la fuerza pública y un “caos generalizado” derivado del accionar policial. En la investigación judicial no se pudo determinar quién disparó a Carrasco, pero de todos modos se condenó a los policías que estaban en el sector y que fueron identificados como los autores más probables por un trabajo científico a cargo de forenses del Instituto Balseiro. La sentencia llegó a ocho años y cinco meses de lo sucedido. 

Natalia Araya y Julieta Blanco, abogadas de la familia de Cárdenas, habían pedido una condena de seis años en prisión para los jefes, mientras que la de la familia Carrasco solicitó una nueva investigación y acusaciones por falso testimonio que fueron denegadas por el tribunal.