La condena a las autoridades políticas y policiales de Río Negro se produjo en un proceso en el que quedó al desnudo la irracionalidad del gigantesco operativo policial para reprimir a los vecinos. Los jueces llegaron a esa conclusión luego de analizar testimonios, fotografías, videos y varios informes de los peritos. Mediante una filmación de dos horas registrada en la tarde del 17 de junio de 2010, se pudo establecer que las fuerzas policiales realizaron 363 disparos que “podrían ser tres veces más por los momentos en que no grababa la cámara”. La afirmación fue hecha por el físico forense Rodolfo Pregliasco, del Centro Atómico Bariloche, responsable del informe más importante incorporado a la causa.