Desde que se confirmó el Superclásico en la capital española, las filiales de River y Boca en Madrid se pusieron a la cabeza de la organización del folklore futbolero. Ayer por la tarde se reunieron las comitivas de ambas parcialidades con los jefes del Operativo de Seguridad para coordinar sus respectivos banderazos, y la llegada de los simpatizantes al estadio. Uno de los temas que se abordó es el control de la reventa. Una tarea a la que se llega tarde. En sitios de Internet de España se vendían en un rango muy amplio de precios. De los 120 euros promedio de costo oficial a 750 y 2000 euros. En cualquier caso, las filiales apuestan a ser protagonistas, y aportar la cuota de color y pasión histórica de un Boca-River, River-Boca. Eso sí, que sea en paz. En sus redes sociales, y en las entrevistas que brindaron a medios españoles, insistieron en que debe primar el buen comportamiento, y el espectáculo deportivo.