Durante añares, solo hubo dos imágenes conocidas de Vincent van Gogh, varón renuente a posar, más aún para un arte “muerto”, como consideraba a la fotografía. Ahora, ese número –de por sí reducidísimo– ha bajado a la mitad, tras confirmar especialistas holandeses que uno de los presuntos retratos del pintor es, en realidad, una foto de su hermano Theo. Así lo han informado voceros del Museo Van Gogh, en Ámsterdam, que tras una exhaustiva investigación histórica y un cuidadoso examen forense, descartaron de lleno que la pic en cuestión se tratase de una instantánea tomada en1866 a un joven Vincent de 13 pirulos, como incorrectamente se presumió durante décadas. Más específicamente, desde 1957, cuando la foto fue exhibida por primera vez en una muestra organizada por el estudioso belga Mark Edo Tralbaut, siendo incluida desde entonces en ¡cantidad! de folletos, catálogos, exposiciones... Empero, desde 2014, distintas voces comenzaron a dudar de que, en efecto, fuese el artista post impresionista el de la imagen sepia... Después de todo, si quien tomó el retrato, un tal Balduin Schwarz, recién abrió su estudio en Bruselas en 1870, de ningún modo podía haber capturado allí a un jovencísimo Vincent... en 1866. De hecho, la foto es del ‘73, y es de Theo: Theo muchacho, de 15, conforme ratificó la identificación digital, el cruce con otras imágenes del hermano menor de van Gogh. “Me ha sorprendido saber que la foto corresponde a mi bisabuelo, Theo, y no a Vincent. Es esencial que el legado artístico sea transmitido y preservado correctamente”, declaró Willem van Gogh, que oficia de asesor del museo, ante la inesperada novedad. Un hallazgo insólito que deja al mundo con una solita fotografía confirmada del pintor, tomada en La Haya cuando tenía 19 años. Quedan, empero, a razón de treinta autorretratos pictóricos y un manojo de pinturas rea-lizados por otros artistas, como Paul Gauguin. Pero fotos, lo que se dice fotos, desde ahora solo una.