El Ejército de Israel prosigue las operaciones para hallar y desmantelar túneles procedentes de Líbano que habrían sido construidos por la milicia chiíta Hezbolá y ayer anunció que se había descubierto un nuevo subterráneo que se adentraba en territorio israelí. El portavoz militar teniente coronel Jonathan Conricus reveló en rueda de prensa telefónica este hallazgo dentro de la operación “Escudo del Norte”, que Israel inició esta semana contra estas infraestructuras construidas por Hezbolá para, según acusó, poder infiltrarse en su territorio y cometer ataques. “El túnel está situado junto a la línea azul (trazada por las fuerzas de la ONU para garantizar la retirada israelí del sur del Líbano). Pasaba a Israel y aún no estaba operativo”, dijo el portavoz, quien señaló que se trata de una “grave violación” e insistió en que responsabilizan al Gobierno libanés de “estas actividades” y de las “violaciones de Hezbolá en el sur del Líbano”.

Conricus explicó que se trata del segundo túnel que ha sido totalmente sacado a la luz desde que se lanzó la operación el martes, aunque hasta la fecha se han identificado tres subterráneos. Uno partía de una vivienda de la localidad libanesa de Kufer Kila y se adentraba 40 metros en territorio israelí, el segundo salía del pueblo de Ramyeh y se pidió a las fuerzas de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) que lo neutralizaran y el tercero, del que se informó hoy sin revelarse su ubicación, fue excavado recientemente.

El subterráneo aún no ha sido demolido, pero las tropas israelíes colocaron sensores y artefactos explosivos en su interior para impedir infiltraciones. Todo aquel que trate de cruzar desde el lado libanés pone su vida en peligro, advirtió el portavoz.