Venado Tuerto amaneció ayer con un inusitado trajín policial porque el fiscal federal de esa ciudad, Javier Arzubi Calvo, dispuso una seguidilla de allanamientos que finalizó con 22 personas detenidas, y el secuestro de cocaína y armas de fuego. El objetivo fue una cadena de comercialización de drogas en la cabecera del departamento General López, capitaneada a distancia por un hombre que purga condena en la Unidad Nº6 del Servicio Penitenciario, la ex Alcaidía de Rosario. Por este detalle, el fiscal federal evalúa tomar medidas para determinar si hay agentes penitenciarios santafesinos en complicidad con el detenido narco.

Matías A., alias "El Bicho", quedó en la mira del fiscal luego de las averiguaciones desplegadas en los últimos meses por pesquisas de la Policía de Investigaciones. Pese a estar recluido en la cárcel, escuchas telefónicas y testimonios de inteligencia indicaron que A. contaba con dos personas que le ayudaban a organizar el negocio extramuros: un gerente de distribución y su esposa, a cargo de llevar la contabilidad de las transacciones con una rigurosidad diaria y en base a permanentes contactos telefónicos.

Las denuncias recabadas en la fiscalía federal de Venado Tuerto hicieron inferir que la banda tenía una estructura de capas jerárquicas.

Durante los allanamientos hubo secuestro de cocaína y marihuana fraccionada, armas, dinero en efectivo, vehículos, teléfonos, balanzas, elementos de corte de estupefacientes, municiones y plantas de marihuana, entre otros elementos.

Fuentes de la pesquisa deslizaron que algunas de las armas incautadas fueron enviadas a peritaje porque se sospecha que fueron empuñadas en el ataque mafioso concretado semanas atrás contra un auto. El atentado quedó encuadrado en una disputa territorial por la venta de estupefacientes.

Las averiguaciones llevaron al fiscal Arzubi Calvo a sospechar del modo en el que El Bicho dirigía desde prisión los movimientos de su gente. En concreto, sospecha de la participación cómplice -al menos, por omisión- de empleados o autoridades del Servicio Penitenciario de Santa Fe.

Durante la redada que ayer se realizó en el pabellón que habita El Bicho aparecieron teléfonos celulares cuya presencia y uso está prohibida para los internos de cualquier establecimiento penitenciario.