La cumbre de líderes de la Unión Europea (UE) comenzó ayer en Bruselas marcada por la incertidumbre sobre el futuro del Brexit. Todas las miradas estuvieron puestas sobre la primera ministra británica, Theresa May, y su pedido de ayuda a los líderes europeos para conseguir que el acuerdo sea ratificado por el Parlamento británico. La primera ministra decidió aplazar la votación del Brexit este lunes, un día antes de la fecha estipulada, con la intención de utilizar la cumbre que termina hoy para conseguir las garantías necesarias con respecto a la salvaguarda para Irlanda del Norte. De esta manera May busca evitar un eventual rechazo al texto ya que algunos de los diputados conservadores y muchos de la oposición habían indicado que votarían en contra. 

A su llegada a la reunión de jefes de Estado y de Gobierno, May reconoció que no espera que los Veintisiete le concedan de forma inmediata las garantías que necesita, pero confió en que puedan trabajar sobre ellas tan pronto como sea posible. “No espero un avance inmediato, pero lo que sí espero es que podamos empezar a trabajar lo antes posible en las garantías que son necesarias”, aseguró May, subrayando la necesidad de que se firme el acuerdo en la Cámara de los Comunes. May, que en miércoles superó una moción de censura en el seno de su Partido Conservador, realizó estas declaraciones en Bruselas luego de reunirse con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y su par irlandés, Leo Varadkar, antes de que se inicie la Cumbre. “Conozco las preocupaciones que hay en la Cámara de los Comunes sobre este tema del ‘backstop’”, dijo May en referencia al mecanismo acordado para evitar una frontera para el intercambio de bienes entre Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte y proteger el acuerdo de paz de Viernes Santo de 1998. Los más fervientes partidarios del Brexit temen quedarse atrapados indefinidamente en las redes de un territorio aduanero común con la Unión Europea, si Londres y Bruselas no logran una solución mejor para su futura relación, que debe comenzar como muy tarde en enero de 2023. La jefa del gobierno británico buscaría así que sus socios europeos reiteren que el ‘backstop’ será temporal hasta conseguir una solución mejor para Irlanda en la futura relación. “Mi objetivo ahora es conseguir esas garantías”, aseguró. En el potencial escenario en el que Londres y Bruselas no logren acuerdo, se activaría de forma automática un plan de contingencia o salvaguarda por tiempo indeterminado. Este plan mantendría al Reino Unido en la unión aduanera europea y alinearía únicamente a Irlanda del Norte con algunas normas del mercado único.

Por su parte, el primer ministro de la República de Irlanda, Leo Varadkar, se mostró dispuesto a proporcionar explicaciones y aclaraciones que ayuden a la ratificación del pacto, pero recalcó que no se puede acordar nada que cambie el contenido del acuerdo. Sobre la salvaguarda para evitar la frontera física en Irlanda, declaró que ponerle una fecha de caducidad o una cláusula unilateral de salida supondría hacerlo inoperativo y reabrir el acuerdo. Además, explicó que el Reino Unido tiene la opción de retirarse del Brexit y de pedir una prolongación de las negociaciones. Sin embargo subrayó su deseo de que se ratifique el acuerdo en las próximas dos semanas. 

En tanto, la canciller alemana, Angela Merkel, mostró su apoyo al acuerdo y negó la posibilidad de introducir algún cambio. “Se puede hablar de si debería haber garantías adicionales, pero en este caso los veintisiete países miembros actuarán muy conjuntamente, dejando claro, naturalmente, sus intereses”, declaró la canciller. El presidente francés, Emmanuel Macron, coincidió en su lectura con la de Merkel y opinó que lo máximo que puede hacerse con el Brexit es tener un debate político para intentar responder a las clarificaciones que pide Londres. 

Por su parte, el primer ministro holandés, Mark Rutte, pidió desmitificar la salvaguarda para Irlanda e indicó que en el Reino Unido hay un pensamiento de que se activará. “Puedo asegurar una cosa: nadie en la Unión Europea, en su sano juicio, quiere activar la salvaguarda”, apuntó. Su homólogo finlandés, Juha Sipilä, reconoció que será un poco difícil lograr alguna garantía legalmente vinculante. Sin embargo admitió que la Unión Europea quiere ayudar.

Los Veintisiete escucharon ayer la exposición de la primer ministra, y según una fuente europea, por la mañana hicieron circular un texto en el que especificaron que la red de seguridad prevista para impedir que se restablezca la frontera entre las dos irlandas sólo se implementaría por un corto período y por el tiempo que sea necesario. “Nada de todo esto es nuevo. No hay fecha para el fin de la red de seguridad”, aseguró la fuente. 

A pesar del pedido de varios legisladores para que el acuerdo fuese votado la semana próxima, antes del receso de fin de año, May confirmó que se hará en enero. De modo que la sesión se celebrará entre el siete y el 21 del próximo mes. La primer ministra británica anunció además su intención de abandonar el cargo antes de las próximas elecciones legislativas previstas para 2022. “En lo más profundo de mí, me encantaría ser capaz de liderar el partido Conservador en la próxima elección general, pero creo que es correcto que el partido sienta que es preferible ir a las próximas elecciones con un nuevo líder”, concluyó.