Al cumplirse un mes de la masacre de la comisaría 3ª de Esteban Echeverría, familiares y amigos de las víctimas se marcharon ayer por las calles de Monte Grande para denunciar la responsabilidad del Estado y reclamar justicia por las diez personas que murieron asfixiadas y quemadas en una dependencia policial que estaba clausurada por orden judicial para alojar personas. Hoy, el homenaje y reclamo de Justicia continúa con el quinto encuentro nacional de cuatrocientas familias víctimas de violencia institucional de todo el país. El encuentro tiene lugar en Ezeiza y fue organizado por la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que acompaña a la Red nacional de familiares contra la tortura y otras violencias estatales en la movilización.

En la madrugada del 15 de noviembre, se produjo un incendio en la comisaría 3ª de Esteban Echeverría que terminó con diez muertos: dos en el lugar, otros ocho en hospitales durante los días siguientes, la última de esas muertes ocurrió el martes pasado. La dependencia policial estaba clausurada por orden judicial para alojar detenidos, sin embargo aquella madrugada había 26 personas donde -según la misma policía- antes de la clausura sólo había cupo para 10. El hacinamiento, las condiciones inhumanas de detención y la falta de elementos de seguridad provocaron la peor masacre en comisarías del país. No fue un intento de fuga ni un motín, fue una masacre, se encargan de aclarar tanto la CPM como los familiares, quienes también remarcan: “No nos vamos a quedar con la versión policial. Nuestros hijos no merecían morir así”.