El sistemático robo de bebés en España tuvo este año la primera sentencia, pero, lamentablemente la Justicia consideró que los delitos habían prescrito. En octubre, la Audiencia Provincial de Madrid llevó al banquillo al médico ginecólogo Eduardo Vela, de 85 años. El Tribunal consideró que era responsable de los hechos que tuvieron lugar en 1969, cuando con un plan premeditado el médico sustrajo una recién nacida a sus padres biológicos para entregársela a una pareja que no podía tener hijos. Sin embargo, los magistrados estimaron que los delitos que se le imputaban habían prescrito. El tribunal destacó, no obstante, que quedaba probado que Vela había certificado con su puño y letra que la madre adoptiva de la bebé dio a luz en su presencia a una niña, llamada Inés Madrigal, cosa que no ocurrió, que la recién nacida fue entregada sin consentimiento al hombre y a la mujer que se convirtieron en sus padres adoptivos y que gracias a estas maniobras la bebé pudo ser inscrita en el Registro Civil como su hija biológica. La Fiscalía pedía 11 años de cárcel para el doctor Vela, quien, cuando acudió al juicio iniciado en junio en Madrid, aseguró que “no le sonaba de nada” el caso de Madrigal.