En una nueva jornada la Liga inglesa de fútbol, el Liverpool recuperó la punta que había perdido a manos del Manchester City –que el sábado derrotó al Everton y se colocaba líder de forma provisional con 44 puntos– luego de vencer 3-1 al Manchester United que comanda el portugués José Mourinho, quien tras dejar ubicado a su equipo en la sexta posición pareció haber jugado la última ficha que le quedaba en el objetivo de salir campeón. Por su parte, Southampton sorprendió de local al ganar 3-2 al Arsenal, salió de la zona de descenso, y le puso fin a una racha de 22 partidos invicto del equipo “gunner”.

Después de la dura derrota del Manchester United –que tuvo en el banco a Sergio Romero– en el clásico ante Liverpool, Mourinho se mostró resignado y se despidió de la pelea por la Premier. “Si me preguntan si podemos ganar el título, por supuesto que no. No puedo arreglar eso”, aseguró el DT portugués, quien dejó de lado su toque de arrogancia, su notable picardía y hasta sus reacciones en caliente. 

Es que el 3-1 ante el otra vez puntero del campeonato inglés –el United volvió a perder en Anfield tras 11 años– dejó a Mourinho nuevamente en la cuerda floja, ya que luego de 17 fechas disputadas, los Diablos Rojos quedaron a 19 puntos del equipo del alemán Jürgen Klopp (que alcanzó los 45 puntos) y están sextos, a nueve unidades de los puestos de clasificación a la Champions League. 

Pero el verdadero golpe de la jornada de la Premier lo dio el Southampton, entrenado por Ralph Hasenhüttl desde hace apenas diez días, que se impuso 3-2 sobre el Arsenal de Unai Emery, que no perdía desde la primera jornada de la Premier League, en el ya lejano agosto. Desde entonces encadenó 14 jornadas seguidas sin perder y 22 partidos entre todas las competiciones.

De esta manera, el equipo “gunner” continúa en la quinta posición con 34 unidades, a tres puntos del Chelsea (Wilfredo Caballero fue al banco de suplentes), que quedó cuarto con 37 al derrotar 2-1 al Brighton and Hove.