Jueces probos

La brecha entre hermanos ha encontrado un motivo más para profundizarse. La palabra de una mujer acusando a un hombre de violación, y ese hombre negándolo, nos obliga a exigirle a la justicia que encuentre la verdad. Y que la encuentre con la premura que se impone porque el tema planteado es delicado y duele demasiado.

Los comunicadores sociales, los periodistas, el pueblo, no somos jueces, por lo cual deberíamos abstenernos de verter opiniones desde la subjetividad o la realidad individual y calmar ese odio que invade espacios en las redes sociales, en la televisión y en casi todos los medios.

Basta de femicidios. Basta de violaciones, basta de muertes de tantos muchachitos a causa de las drogas.

Todos juntos a defender nuestra juventud que es la más agredida, volcando nuestro esfuerzo en un gran reclamo a la justicia. En momentos difíciles como éste, debemos agudizar la inteligencia y empezar por demandarle a los jueces que sean probos y actúen con la rapidez necesaria.

Así la brecha habrá eliminado al menos un pretexto para no profundizarse, el odio no tendrá un motivo más, y la Argentina no se tambaleará tanto por causa de un futuro tan incierto. Es lo que todos queremos. ¿O no?                                                                  Edith Michelotti