Un usuario del asistente de voz de Amazon, Alexa, consiguió acceso a más de mil grabaciones ajenas debido a un “error humano” de la compañía. El usuario solicitó poder escuchar grabaciones de sus propias actividades registradas por el asistente de voz, pero, en su lugar, pudo acceder a 1700 archivos de sonido de un desconocido cuando Amazon le envió un enlace de acceso, según informó la revista tecnológica alemana c’t. En las grabaciones registradas y enviadas por Amazon a la persona equivocada, un hombre y una mujer podían ser escuchados hablando, hasta el punto de que los responsables de la revista pudieron identificarlos y contactar con ellos gracias a toda la información registrada. “Este desafortunado caso fue el resultado de un error humano y fue un único caso”, aseguró un representante de Amazon Alemania.