El verano macrista no comenzó con el pie derecho. La gobernadora María Eugenia Vidal se enredó en una discusión con el intendente de Mar del Plata, Carlos Arroyo, en torno a un acto que no suele producir polémicas: el comienzo de la temporada. Arroyo se retiró enojado, porque aseguró que lo habían colocado detrás de una valla y al calor del sol. “Me voy a la mierda”, soltó antes de retirarse del acto. Vidal le respondió que a ella nunca le importó el lugar que ocupaba en un acto. De fondo, está el distanciamiento de Arroyo y el hecho de que fue uno de los que salió a reconocer que le habían anotado aportes en la campaña que no hizo. Según admitió Vidal, la causa de los aportantes truchos fue uno de los golpes más grandes en su carrera. No obstante, está siendo derivada a un juzgado amigable para que no haga ruido en 2019. 

Era una ocasión con pocas chances de convertirse en una polémica: la gobernadora iba al Museo Mar del Mar del Plata a encabezar el acto inaugural de la temporada, hacer declaraciones de ocasión sobre el verano y la familia y promocionar las playas públicas reequipadas por su gobierno. No contaban con el escándalo que podía producirles Arroyo, el intendente ultraconservador que el PRO impulsó a ganar el municipio de General Pueyrredón. Arroyo comenzó a pelearse con las personas de ceremonial por el lugar en que lo habían ubicado. “No es un lugar digno para un intendente”, se quejó Arroyo. Además de la distancia, advirtió que lo habían dejado al sol y al calor infernal de la espera de que llegara Vidal (que fue larga, según los concurrentes). 

Cuando vio que no había chances de que lo sentaran más cerca de Vidal (la distancia política se hizo literal), soltó: “Ustedes hagan lo que quieran, yo me voy a la mierda”. Y partió raudo hacia su camioneta. Con él se fueron sus funcionarios y otros dirigentes del radicalismo, como Maximiliano Abad, Vilma Baragiola, Cristina Coria y Ariel Martínez Bordaisco y también el diputado de la Coalición Cívica Guillermo Castello. Algunos de ellos pretextaron problemas de agenda, pero a ninguno le pasó inadvertido el lugar de privilegio que ocupó el ex ministro de Seguridad, ex juez y ex embajador Guillermo Montenegro. El macrismo, en una relación cada vez más tensa con Arroyo, no esconde sus intenciones de postular a Montenegro para reemplazarlo en la intendencia.

Vidal nunca terminó de digerir que, cuando comenzaron las denuncias por aportes truchos en su campaña, Arroyo fue uno de los que salió a aclarar que el dinero que figuraba a su nombre en la campaña –50 mil pesos– no era de él. “No hicimos ningún aporte con esa suma de dinero. Nada más pagué los alquileres que tenía, pero ese es un tema normal, como pagar la luz. Es un gasto que hacemos todos los políticos, pero lo hacemos desde nuestro bolsillo y no hubo aportes a ningún partido”, afirmó Arroyo, en una de las declaraciones que apuntaló la denuncia contra Vidal.

Ahora la gobernadora decidió contestarle al intendente en una entrevista con una radio de la costa. “No sé muy bien lo que pasó porque cuando yo llegué el intendente ya no estaba. La verdad que a mí nunca me importó mucho ni el protocolo ni el lugar que me tocaba ocupar en un acto”, afirmó. “Yo creo que la gente nos valora por lo que hacemos, no por el lugar que ocupamos en un acto y dónde estamos parados o cómo está nuestro nombre en un cartel. Nos valora por nuestro compromiso de todos los días y nos evalúa en cada elección por eso”, le respondió Vidal. “Me parece que cuando hacemos estas cosas los protagonistas son los marplatenses, son los argentinos que vienen a la ciudad, la protagonista es la ciudad. Ningún político ni ningún funcionario, incluyéndome a mí también”, lo retó. 

“Lamento porque era un evento importante para los marplatenses, para todas las personas... pero bueno, estaba la gente, que es de verdad la que importa, la que cuenta, para la que trabajamos todos los días y con quienes estuve hablando en el lugar”, aseguró Vidal, quien dijo sobre la posible postulación de Montenegro: “Que haya más de una persona que quiera ser intendente de esta ciudad me parece valioso para Cambiemos, y siempre están las PASO para dirimir las diferencias. Mientras tanto, lo que importa es lo que trabajemos todos los días”, afirmó, como para esquivar la interna que ya está estallando.