El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, dijo ayer que no hay que abandonar la resistencia frente al nuevo gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro. La ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, visitaron ayer al ex mandatario en su celda de la sureña ciudad de Curitiba. Allí, el lider petista dijo: “Esta va a ser una época de lucha, de disputa de ideas y de defensa del pueblo brasileño. Por eso es tan importante que hagamos resistencia”, afirmó Hoffmann citando a Lula en una alocución en la vigilia que acompaña al ex jefe de Estado desde que fue encarcelado en abril. “Nosotros no queremos pelear a nadie, no vamos a atacar a nadie, porque esa no es nuestra política y es por allí es que nos tenemos que diferenciar de ellos”, agregó.

“Lula cree que cada vez más el pueblo brasileño va a precisar de nuevo a los partidos de izquierda y a los movimientos sociales posicionados en la defensa de sus derechos. Porque este es un gobierno que viene a sacar derechos, un gobierno que habla desde el odio, un gobierno que no presentó ninguna propuesta hasta ahora para Brasil, de cómo salir de la crisis, de cómo resolver el problema principal del pueblo brasileño”, comenzó la senadora del PT. “Tenemos un país en el que la inmensa mayoría es pobre, que vive del salario mínimo, personas que necesitan mejorar sus ingresos, personas que necesitan empleo. ¿Cuál es la alternativa para esas personas? ¿Qué gobierno va a ser? ¿Un gobierno para las personas más ricas? ¿Un gobierno para los agronegocios? ¿Para los banqueros? Nosotros le tenemos que demostrar a la sociedad brasileña de qué lado estamos. Dejar eso bien claro. Esa es nuestra razón de existir”, sentenció Hoffmann transmitiendo el mensaje del ex mandatario quien, según dijo, goza de buena salud. 

La presidenta del PT aclaró, además, que el período que se viene va a ser uno de disputa ideológica cotidiana. “Ellos que hablan de que vienen a terminar con la ideología, están llevando la ideología de extrema derecha al centro del Palacio del Planalto, al hablar sobre la educación, sobre las políticas de derechos humanos, entre otras, pero tenemos que demostrar que eso que promulgan es en detrimento de las mayorías”, disparó. 

Por eso, siguió, Lula insiste en que los militantes de izquierda no deben bajar jamás la cabeza. “Tenemos razones para caminar con la cabeza erguida. Ya gobernamos el país e hicimos de esos momentos de gobierno unos de los períodos más prósperos de la historia brasileña”, dijo la senadora. “Vamos a recordar siempre nuestro legado: cómo Brasil estaba posicionado en el mundo, cómo valorizamos la política de salario mínimo, como aumentamos la renta de la sociedad, como hicimos política educacional inclusiva, cómo aumentamos el numero de las universidades, como mejoramos la vida del pueblo más pobre con créditos baratos y acceso a consumo. Nosotros tenemos que reavivar eso”, subrayó. Hoffmann, además, anunció que el Comité Nacional Lula Libre va a crear comités similares en todo el país. Su función será, dijo, tanto la lucha por la libertad del ex presidente como la lucha por los derechos del pueblo brasileño.