Pese a que dijo que sólo en el diccionario el “éxito” estaba antes que el “trabajo”, el presidente Mauricio Macri defendió con ahínco sus frecuentes períodos de vacaciones y dijo no entender a quienes lo critican por eso. “Uno tiene que tener un espacio de tranquilidad, reflexión y de recuperar energías”, explicó Macri, desde su lugar de descanso en el exclusivo country Cumelén, en Villa La Angostura. El Presidente le adjudicó propiedades mágicas al lago Nahuel Huapi frente al que se encuentra su casa pero, sin embargo, su felicidad no es plena: admitió que nunca podrá recuperarse de la derrota que Boca sufrió ante River por la Libertadores.

Millonario desde la cuna, Macri consideró que el trabajo de presidente “es tal vez el más intenso que he tenido en mi vida”, algo que no debió llamarle la atención a nadie. “El lago Nahuel Huapi tiene una magia especial. Villa La Angostura me hace mucho bien, tiene mucha paz, uno puede dormir bien, está en contacto con la naturaleza, son todas cosas muy positivas que se las recomiendo a todos”, expresó Macri sobre un sitio que, dada la crisis en la que su gestión sumergió al país, está lejos del alcance de la mayoría. 

Un periodista deportivo lo consultó acerca de las declaraciones del nuevo técnico Gustavo Alfaro, que consideró que la final de Boca contra River era algo que ya había pasado para los hinchas xeneizes. “Para algunos habrá pasado, para otros está pasando y a otros no nos pasará nunca, depende de cada uno”, respondió Macri en tono lastimoso. “Era una final especial, va a estar ahí siempre en la historia”, reconoció. En cambio, no quiso agregar nada sobre aquella calificación de “culón” del DT de River Marcelo Gallardo porque había sido una “conversación privada” que había trascendido. 

Otras consideraciones de Macri mostraron su particular visión de la realidad. Como, por ejemplo, cuando sostuvo que “vamos a seguir en el camino de consolidar la independencia judicial nombrando jueces que sean los mejores de los concursos no los amigos del Presidente”. En el caso de la justicia federal y en la que tienen que ver con las causas de corrupción –ya sea las que involucran al anterior gobierno como al actual– lo que se vio fue exactamente lo contrario: se corrieron a los fiscales y jueces no partidarios y Cambiemos designó –en varias ocasiones a dedo– a magistrados que sabía que fallarían de acuerdo a sus deseos. 

Con todo, Macri dijo que su gestión había colocado “la transparencia como un valor”. “Y si la Justicia pide que se rindan cuentas tienen que rendir los políticos, los empresarios, los sindicalistas, los periodistas, los jueves e inclusive la familia del Presidente, si la Justicia requiere información, la familia del Presidente tiene que ir y contestar y eso es una Argentina distinta”, sostuvo Macri. Justo ayer, el juez federal Claudio Bonadio –quien en otra causa había citado a declarar al fallecido canciller Héctor Timerman cuando se encontraba con la salud ya muy deteriorada por un cáncer avanzado– suspendió definitivamente la citación a indagatoria a Franco Macri.