Trabajadores de la Biblioteca Nacional realizaron una protesta en la puerta del edificio, en Agüero y Las Heras, para rechazar nuevos despidos que fueron notificados dos días antes de terminar el año. Con una radio abierta denunciaron también la política de vaciamiento que sufre la biblioteca desde la llegada de Mauricio Macri al gobierno nacional.

La situación de la Biblioteca es crítica, definieron los trabajadores. “Venimos sufriendo una situación constante de vaciamiento y despidos”, advirtieron. 

La nueva tanda de cesantías llegó justo antes de las fiestas de fin de año: unos veinte empleados fueron notificados que no seguirán en sus puestos.

Estos casos se suman a los despidos masivos que afectaron a 240 trabajadores al inicio de la gestión de Cambiemos, de los cuales fueron reincorporados unos cien tras los reclamos gremiales. “A partir de ahí empezó el vaciamiento de diferentes áreas y sectores de trabajo. En la gestión de (Alberto) Manguel se cerró el Museo del Libro y de la Lengua, por ejemplo”, contó uno de los trabajadores que participó de la protesta y que prefirió no dar su nombre por miedo a represalias.

Según los trabajadores, los últimos despidos fueron digitados y apuntaron contra empleados en conflicto con la línea política o la interna sindical.

“Ya suman 150 despidos en total y la gente tiene mucho miedo. Se dice que en marzo vendría otra oleada”, sumó el empleado, que remarcó que mientras llegaban los telegramas en nombre del “ajuste” dispuesto por la administración central, en los últimos años se contrataron entre 50 y 60 empleados nuevos.

El objetivo de la protesta realizada ayer al mediodía fue conseguir una reunión con los directivos de la Biblioteca y lograr que al menos tres de los últimos despidos sean revisados, ya que se trata de madres que son jefas de hogar y no cuentan con otro ingreso familiar.

“Detrás de cada despido se hace presente la política sistemática de este Gobierno de destruir una herramienta fundamental para el desarrollo de los pueblos y de la garantía de derechos como es el Estado Nacional”, dijo, en adhesión a la protesta, el secretario general adjunto de la CTA Capital, Pablo Spataro. El dirigente comparó la situación que atraviesa la Biblioteca con la del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y con la de Fabricaciones Militares, donde también hubo despidos masivos en el marco de un gran recorte de personal. “No nos resignamos ante la política del miedo ni retrocedemos ante la política del apriete patronal –concluyó Spataro–, porque en cada lugar que se lucha crece la resistencia y van creando nuevas condiciones para un nuevo paro general que sea capaz de detener y de hacer retroceder la política de los poderosos.”