Ya no quedan puentes por quemar. El presidente Mauricio Macri salió a calificar de “dictador” a su par de Venezuela, Nicolás Maduro. Toda la plana mayor del gobierno argentino compartió mensajes en Twitter con el hashtag #NoTeReconocemos. Lo que tomó la estrategia de una campaña publicitaria o de un ataque de trolls fue, en verdad, la decisión de un país de no reconocer las elecciones por parte de otro país. “Maduro carece de la autoridad de las urnas y de credibilidad internacional”, sentenció Macri, quien el 16 de marzo se reunirá con Jair Bolsonaro para discutir las estrategias de asedio a Venezuela. Hasta ahora, Macri no apoyó la opción militar.

Alineado con Estados Unidos, Macri hace años que denuncia a Venezuela por violación de derechos humanos y por mantener presos políticos (cuando en Davos en 2016 le preguntaron por la doble vara con Milagro Sala, se ofendió y se fue). Pero, si bien hace tiempo sugería que no existía democracia en Venezuela, ayer cruzó el límite final: “Venezuela vive bajo una dictadura”, sostuvo el Presidente, quien ha esquivado responder sobre el número de desaparecidos en Argentina.

Macri calificó al presidente Nicolás Maduro como “un victimario que se victimiza”, al reafirmar el desconocimiento de Argentina hacia el gobierno de Caracas porque “carece de la autoridad de las urnas y de credibilidad internacional”. “El victimario que se victimiza. Nicolás Maduro hoy intenta burlarse de la democracia. Los venezolanos lo saben, el mundo lo sabe”, sostuvo Macri, quien en política internacional se comporta como si perteneciera al sector más radical de la oposición venezolana (hubo adversarios de Maduro que participaron de las elecciones en las que resultó electo presidente).

Macri insistió en que en Venezuela existe “un poder que no es auténtico, aunque trata de escabullirse en la victimización”. “Maduro se presenta como el presidente perseguido. Pero él no es la víctima, Maduro es el victimario”, insistió, antes de proponer el hashtag marketinero #NoTeReconocemos. Los principales dirigentes del PRO se dedicaron a repetirlo en las redes sociales, como si fuera una campaña publicitaria.

“No importa cuántos trucos intente para perpetuarse en el poder, su investidura como presidente ahora carece de la autoridad de las urnas y también de credibilidad internacional”, afirmó sobre el desconocimiento de la presidencia de Maduro por parte de la OEA.

Macri fue uno de los presidentes que trabajó, alineado con Estados Unidos, en que se produzca ese desconocimiento. También se ocupó de militar el pronunciamiento en contra de Venezuela hace una semana de los países que integran el Grupo de Lima.

Maduro no se suele quedar atrás a la hora de responderle a Macri. Ayer, sin ir muy lejos, lo llamó “el señor destructor de la Argentina”. “Es un hombre repudiado que no puede salir ni a la esquina”, lo definió. “Hoy se entregó a todos los gobiernos del ‘cartel de Lima’ una nota de protesta diplomática, donde le exigimos una rectificación de sus posiciones sobre Venezuela en 48 horas o el gobierno de Venezuela tomará las más urgentes y crudas medidas diplomáticas para la defensa de la integridad de la soberanía”, sostuvo Maduro, quien dijo que en todos los países que firmaron la declaración en su contra se dan procesos “de derecha, neoliberales e inviables”. 

Macri convocó al embajador en Venezuela, Eduardo Porretti, para que no asista a la jura de Maduro, en consonancia con lo resuelto por el resto de los países de la región que integran el Grupo de Lima. El canciller Jorge Faurie sostuvo que Maduro “se deja llevar por expresiones ridículas” y aseguró que el gobierno de Macri “siempre ha sido muy claro con el hecho de que en Venezuela no hay democracia”. El ministro de Relaciones Exteriores interpretó que la relación entre Venezuela y la Argentina está “atenuada en términos de vínculos formales desde hace tres años. La embajada es muy reducida: hay un encargado de negocios y dos funcionarios diplomáticos que acompañan en la gestión”.