Cumplir con el programa de austeridad exigió recortar la inversión pública y subejecutar partidas destinadas a rubros estratégicos para el desarrollo como educación, salud, ciencia y tecnología. El Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda estimó que el gobierno de Mauricio Macri ajustó un 15,6 por ciento el gasto real durante 2018. Los recortes fueron acompañados por una significativa expansión en la magnitud de los fondos destinados a pagar los intereses de la deuda externa. 

“A contramano de las prescripciones del FMI, más ajuste implica menos actividad económica y menos recursos que limitan la capacidad de repago de los vencimientos de la deuda”, sostiene el informe.

El Gobierno subejecutó entonces más de 30 mil millones de pesos en programas de Salud, Educación y Ciencia, durante 2018, equivalente a ese ajuste total del gasto del 15,6 por ciento real (neto de inflación). Las estimaciones del observatorio arrojan que los recortes en términos reales alcanzaron al 17,8 por ciento en Salud, 22,4 por ciento en Educación, 23,5 por ciento en Promoción y asistencia social, 31,8 por ciento en Ciencia y técnica. “Los ajustes sobre el sector público avanzan a paso firme, tanto debido a la pérdida de poder adquisitivo que implica el proceso inflacionario como el bajo incremento del gasto nominal, lo que ocasiona menor capacidad de proveer bienes y servicios públicos para los hogares y para el sector productivo”, expresa el informe. 

La contracara del programa de austeridad comprometido por el Palacio de Hacienda que encabeza Nicolás Dujovne para habilitar los desembolsos del FMI es el crecimiento en los pagos de intereses. El peso de los intereses, estimaron desde la Universidad de Avellaneda, habría alcanzado el record de 3,2 por ciento del PIB a fines del año pasado.

Por su parte, los fondos ejecutados en programas de industria cayeron 57 por ciento respecto a 2015. “La ejecución presupuestaria de 2018 evidencia que el sector industrial no ha sido una de las prioridades de la gestión de gobierno. Una subejecución de casi 30 puntos porcentuales representa un retroceso significativo para la industria local, con políticas públicas disminuidas que impiden el crecimiento y desarrollo de un área clave de la economía”, afirma el Observatorio de Políticas Publicas.