Tras el faltazo a su asunción como presidente a principio de año, Mauricio Macri se reunió por primera vez cara a cara con el ultraderechista Jair Bolsonaro. El mandatario argentino aseguró que hubo "clima de alegría, de ilusión" e intentó improvisar unas palabras en portugués: “Pa frenchi”, lanzó al convocar a trabajar juntos a ambos países.

 

Para el flamante presidente Brasileño, las conversaciones que mantuvo con Macri fueron “extremadamente productivas” e hizo mención a una “amplia gama de temas, como no podía dejar de ser entre dos países con tantas cosas en común”. Esa lista la encabezó “la lucha contra el crimen organizado” y “la defensa”, además de la ciencia y tecnología, energía nuclear y la “dinamización de nuestro comercio”. “Coincidimos en seguir fortaleciendo nuestra cooperación en materia judicial, de seguridad, de inteligencia, con el principal objetivo que nos hemos puesto que es combatir al narcotráfico, el crimen organizado y el lavado de activos”, enumeró por su parte el argentino. 

El recién asumido halagó la gestión económica de Macri, a pesar de que condujo a los argentinos a un récord inflacionario que no se alcanzaba desde hacía 27 años. Bolsonaro aseguró que Brasil acompaña “con interés y admiración los esfuerzos de Macri por levantar la economía argentina e integrarla al mundo”. “Bajo a su administración, la argentina ha dado mayor eficiencia en la administración pública y enfrentando desafíos en el área de seguridad”, agregó el ultraderechista que ayer flexibilizó la tenencia de armas de fuego para los civiles. 

En esa línea, también marcó un paralelismo entre las políticas que Macri ya aplicó y las que planea implementar él durante su gestión. “Las reformas económicas que Brasil y Argentina están llevando adelante son fundamentales para el crecimiento sostenible y para continuar con el intercambio comercial entre nuestros países”, manifestó al admitir las semejanzas entre ambos modelos de país.

Destacó que esas similitudes también se ven en los “valores”. “Hablamos con franqueza entre amigos, traductores y socios sin ningún tipo de cuestiones ideológicas, no hay tabúes en la relación bilateral”,  aseguró respecto al encuentro bilateral que mantuvieron los dos jefes de Estado.

Como estaba previsto, ambos contaron que durante la reunión le dedicaron capítulos aparte a la política regional. Macri relató que coincidieron en “modernizar el Mercosur” bajo el supuesto objetivo de “avanzar hacia un espacio de integración que se adapte a los desafíos del Siglo XXI”. Este era uno de los temas más sensibles entre los mandatarios, dado que Bolsonaro había demostrado ciertos indicios de que su política exterior miraría más al norte que al sur. Además, durante el G20, el gobierno de Francia había asegurado que la asunción de Bolsonaro hacía tambalear el acuerdo con la Unión Europea.

“Es clave agilizar las negociaciones externas en curso, las negociaciones con la UE han requerido mucho esfuerzo y se ha avanzado como nunca antes. Con la llegada suya, tenemos la oportunidad de renovar el compromiso político del Mercosur y dar los pasos hacia un acuerdo que beneficie a ambos bloques”, puntualizó Macri.

El hostigamiento hacia el gobierno de Venezuela, país al que ya le habían dedicado una declaración conjunta tras la asunción de Nicolás Maduro, también era uno de los puntos esperados. Macri y Bolsonaro afirmaron que “reafirman la condena a la dictadura de Maduro”. “No aceptamos esta burla a la democracia y menos el intento de victimización de quien en realidad es el victimario”, manifestó Macri. Por su parte, Bolsonaro consideró que la cooperación en el tema Venezuela es “un ejemplo”. “Brasil y argentina tienen una agenda muy rica, estamos comprobando nuestra convergencia de posiciones y nuestra identidad de valores, que nosotros llevamos juntamente en la defensa de la democracia y de libertad en la región”, destacó.