La Bolsa porteña anotó ayer una suba de 2,3 por ciento. El índice MerVal  cerró en 38.652 unidades y alcanzó el pico de los últimos cuatro meses. El anterior techo había sido de 38.054 puntos a fines de septiembre. Las acciones anotaron un fuerte aumento desde el 26 de diciembre pasado, cuando ese indicador se ubicaba en 30.367 unidades. El incremento es del 28,6 por ciento en pesos. El avance es similar medido en dólares. La divisa no registró variaciones importantes en las últimas semanas. 

Ente operadores de bolsa existe cierto optimismo y aseguran que hay margen para recuperar parte de las pérdidas del año pasado. El índice medido en dólares bajó de los 1852 a 864 dólares entre enero y diciembre pasado. Ahora se ubica en 927 y sus estimaciones lo ubican en 1000 dólares en el corto plazo.

Las explicaciones del fuerte avance de las acciones en las últimas tres semanas se enfocan en elementos externos y locales. En el plano internacional se menciona que la posibilidad de que Estados Unidos no suba la tasa de interés en todo 2019 impulsa los activos de países emergentes. El mismo efecto tendría la menor intensidad de la guerra comercial con China. En la jornada de ayer el gigante asiático presentó una propuesta para desactivar los conflictos (ver aparte). Fue bien recibida en los mercados. “Más allá de los ruidos que genera el cierre parcial del Gobierno estadounidense, el período de tregua comercial entre las potencias mundiales empieza a tornarse positivo”, dijeron a este diario en Portfolio Personal. Indicaron que para el caso argentino otro elemento que llega del exterior y genera optimismo es que “el Departamento del Tesoro de Estados Unido sería intermediario en proyectos de Participación Público Privada”.

Agentes de Bolsa detallan además factores locales para explicar el avance de las acciones en las últimas semanas. Uno de los puntos que destacan es el comportamiento fiscal más ordenado por parte del Gobierno. El equipo económico sobrecumplió la meta fiscal de 2018 y busca mostrarse sólido para alcanzar el déficit cero en 2019. Analistas de la city celebraron la noticia y recordaron que se complementa con la baja en las necesidades de financiamiento 2019.

“El Ministerio de Hacienda mostró en su programa financiero que no necesitará recurrir al mercado de capitales internacional en 2019”, plantearon en Puente. Señalaron que “el mayor saldo de caja alcanzado en 2018 permitiría además bajar hasta un 60 por ciento la necesidad de refinanciar deuda de corto plazo en 2019”. El mercado estaría interpretando estas señales en forma positiva.

En la jornada de ayer los bancos fueron algunos de los papeles que más ganaron. El Grupo Financiero Galicia marcó un incremento del 5,8 por ciento, mientras que el Banco Supervielle avanzó 2,4 por ciento y el Banco Macro lo hizo al 4,3 por ciento. Se destacaron los aumentos del 3,8 por ciento de Mirgor, del 5,3 de Cablevisión y del 2,7 de YPF. 

El optimismo en la plaza de las acciones se observó también en la de los bonos. El riesgo país cerró en 672 unidades, con un retroceso de 13 puntos. 

Los elementos tanto locales como internacionales que se mencionan para explicar las subas de la bolsa estas semanas no incorporan un panorama completo de la macro. El rebote de las acciones no parece sencillo de transformar en una tendencia. Los anuncios fiscales no compensan el desplome del mercado interno y la fuerte caída de producción de los distintos sectores de la economía. Las acciones de las empresas no suben únicamente por equilibrio en las cuentas del Tesoro. Se requiere que la facturación y la rentabilidad de las firmas también mejoren. Esto último resulta difícil de conseguir en el mediano plazo con un mercado interno en recesión, en el cual la actividad baja 4 puntos en forma interanual y el consumo retrocede a tasas de dos dígitos.