La información sonó ayer como un latigazo, un golpe difícil de asimilar para el ambiente deportivo, a no ser el más cercano al gobierno nacional. La desarrolló el sitio ephecto sport donde el periodista Ernesto Rodríguez divulgó el documento que prueba cómo se intentará transformar la Secretaría de Deporte en una Agencia, bajándola de jerarquía. A esta última se la define como “una entidad mixta con fondos públicos que estará habilitada para vender y alquilar los espacios deportivos públicos, arancelar escuelas y actividades y generar contratos de privatización de áreas públicas”. O sea, sería como el soterramiento del deporte nacional a niveles que no se habían conocido en 35 años de democracia ininterrumpida.

Desde el martes pasado, un documento de nueve páginas circula por diferentes despachos oficiales y desde el viernes se encuentra en la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) para que reciba un dictamen de aprobación. Rodríguez señala que “con el OK a los papeles, la semana próxima comenzará la puesta en escena ante la sociedad”. En el artículo que está acompañado por la transcripción del documento, se dice que “el proyecto de creación de la Agencia fue consensuado entre De Urquiza –amigo de la adolescencia de Mauricio Macri y cofundador con el presidente de la República de la Asociación Argentina de Pádel– y Fernando Marín –el consigliere de Macri en el área deportiva– y está inspirado en la Agencia Córdoba Deportes, un ente mixto creado en 1999 por el gobernador José Manuel de la Sota a imagen y semejanza de modelos brasileños para conseguir dinero fresco y agilizar la administración en áreas relacionadas con la cultura y la juventud”.