Desdoblar o no desdoblar. Esa es la cuestión en la provincia de Buenos Aires. Con estas discusiones hamletianas anda la cúpula del macrismo por estos días de verano. En público, todos intentan bajarle el precio al debate por el posible adelantamiento de las elecciones en la provincia de Buenos Aires. En privado, en tanto, lo siguen midiendo y considerando. La gobernadora María Eugenia Vidal está más cerca de aceptar la posibilidad de pelear la reelección antes que la de Mauricio Macri. El presidente, por el momento, luce reticente. Las discusiones sobre el desdoblamiento en otros distritos, gobernados por radicales, quedaron supeditadas a que se resuelva qué ocurrirá en territorio bonaerense.

Hace semanas que corren ríos de bits y de tinta sobre la posibilidad de que Vidal separe las elecciones bonaerenses de las nacionales. Incluso comenzó a funcionar una comisión bicameral en el Congreso bonaerense para estudiar la separación de las elecciones municipales, como parte de un acuerdo entre Vidal y Sergio Massa. Esa comisión emitirá un dictamen a fines de febrero.

Los radicales, mientras tanto, hacen su propia jugada: durante sus vacaciones el presidente recibió en el country Cumelén a los gobernadores de Jujuy, Gerardo Morales, y de Mendoza, Alfredo Cornejo, para intentar convencerlos de que unifiquen sus elecciones con la nacional. Ambos le pidieron tiempo y, sobre todo, que primero se resuelva lo del desdoblamiento en la provincia de Buenos Aires. En verdad, los radicales están mirando cómo sigue la economía. “Es simple: si se pone peor, los gobernadores no van a ir con Macri. Si mejora, puede ser que se peguen a la nacional”, indican en la UCR con franqueza. Además, los intendentes radicales de Mendoza podrían jugar un papel en evitar el desdoblamiento de esa provincia.

Leona en duda

La cuestión bonaerense divide a la cúpula macrista. Entre los que apoyan esa posibilidad están el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, quien públicamente fue cauteloso y señaló que el tema debe discutirse en profundidad, pero indicó que no dañaría a Macri el desdoblamiento. También está en esta línea el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, que todavía no definió cuándo será la elección porteña (aunque todo indica que la unificará). 

Vidal no dio señales todavía de que piensa: en público evitó el tema, pero su ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre, salió a dar argumentos a favor. Quien viene discutiendo internamente en pos del desdoblamiento es su jefe de Gabinete, Federico Salvai, y sobre este punto no hay dudas en la Rosada: “Salvai es Vidal. Si él está planteando el desdoblamiento, es porque ella lo avala”. 

Cerca de Vidal, no obstante, indican que la gobernadora no está cien por ciento convencida, pero que se empezó a acercar a la posibilidad. Por ahora no toma posición, deja correr el debate. Una elección separada de la nacional, obviamente, haría que la suerte de Vidal no esté atada a lo que ocurra con Macri este año. Desde la gobernación bonaerense, rechazan cualquier mirada sobre el tema que apunte a la conveniencia política de Vidal de despegarse de Macri. “Nadie pone en duda el nivel de macrismo en sangre de Vidal”, remarcan.

No obstante, la discusión del tema crece. “Se está analizando con otra profundidad que el año pasado. Pasó de ser una idea de unos pocos a calar más hondo. Y es más complejo que una conveniencia individual”, indican cerca de Vidal. Entre los argumentos que postulan los dirigentes macristas que están a favor está el hecho de que el gobierno nacional requiere “un cambio de clima” luego del 2018 de crisis económica y de un 2019 que, reconocen, “no nos va a ayudar mucho desde lo económico”. Ese cambio de clima, para algunos, podría darlo “un triunfazo de Vidal en provincia”. Esto le daría impulso a la reelección de Macri, argumentan.

Hay otra jugada de ajedrez: separar la suerte de los intendentes peronistas de la de la eventual candidata opositora (los macristas suponen que será Cristina Fernández de Kirchner). “Una elección desdoblada nos permite que los intendentes no jueguen tanto para CFK en una nacional”, intuyen los sectores de la Rosada que están a favor. “Además, obligás al peronismo a mostrar sus cartas antes de tiempo. ¿Quién va a ser el candidato de ella? ¿Kicillof? Les exponés lo improvisado que es el armado peronista”, indican los mismos jugadores de ajedrez electoral del oficialismo.

Hay macristas que se entusiasman con la movida: dicen que tiene una fuerte adhesión de los intendentes y no solo los de Cambiemos, sino también de muchos del PJ. Otro sector del macrismo apoya la iniciativa solo si Vidal garantiza que puede sumar a su espacio a algunos intendentes peronistas. Una posibilidad alejada. 

Peña en contra

En contra, principalmente se ve al jefe de Gabinete, Marcos Peña, y algunos dicen que también a Macri. Al consultor Jaime Durán Barba algunos lo cuentan como que se encuentra en contra y otros dicen que tiene una posición más ambigua. Otros desean que no participe de esa definición. 

Entre los argumentos en contra están que, obviamente, Macri pierde el apoyo de la dirigente macrista con mejor imagen, y que “lo dejan solo a Mauricio”. También que es una maniobra “muy peronista”. Algo de esto dijo también Elisa Carrió quien, no obstante, sostuvo que va a respetar lo que defina Vidal. Las posiciones no están cristalizadas. 

Para este lunes estaba prevista una reunión de la mesa chica para la que había sido convocados Vidal, Larreta, Peña, Frigerio y Salvai, pero se postergó porque sin la presencia de Macri no tenía capacidad de definición. La discusión seguramente concluya entre febrero y marzo y el presidente Macri tendrá la última palabra: las chances, por ahora, son mayores por la unificación. El desdoblamiento implica una serie de fuertes movidas legales y políticas. “Tendríamos que eliminar las PASO bonaerense. No podés tener elecciones en junio y PASO en abril”, indican. Además, junto con este debate, sumarán otros: el más álgido seguramente será si se implementa la boleta única o el voto electrónico. Esta última metodología ya fue descartada a nivel nacional, por recomendación de los principales especialistas en la materia. Pero el macrismo insiste.