“Pensamos en la familia como mediadora social y en bebés y niños como sujetos de derecho. Derecho al juego, a la belleza, a ser espectadores de un hecho artístico capaces de asomarse desde tan pequeños a la cultura”, define Soledad Gargiulo, una de las coordinadoras de Dudú, primer centro cultural para bebés y niños de Mar del Plata. En esta ciudad, donde el teatro independiente demuestra más allá de todo obstáculo su vitalidad –con 200 espectáculos este verano–, Dudú es referente para los más pequeños. Ofrece por estos meses instalaciones, obras de teatro y música. 

Ubicada en 25 de Mayo 3349, la sala cuenta con programación durante todo el año. Brinda talleres, muestras de arte y encuentros de capacitación, investigación, diálogo e intercambio con interesados en trabajar con este grupo etario. La compañía crea sus obras y recibe a otros grupos que trabajan en la misma línea. En lo que queda de enero y durante febrero se podrán ver diferentes espectáculos musicales, de títeres y de teatro. También hay instalaciones lúdicas, teatro sensorial y cuentos dirigidos a distintas edades. Hay promociones: la entrada general es de 150 pesos (anticipada 130) y un niño y un adulto pueden ingresar por entre 200 y 250 pesos.

Algunos de los espectáculos programados son Ciudad de cuises, teatro sensorial para niños de dos a ocho años; Lupa, títeres; los espectáculos musicales Maimará (de folklore), Las Magdalenas, Chima Chiodi y Despertando molinos. También Dudú, obra fundacional del grupo y del espacio, estrenada en enero de 2015, para niños de ocho meses a tres años. Narra el encuentro de dos niños en su espacio de juego al aire libre. Dudú se llama el muñeco para dormir de Marcos, que es deseado por Marita. A través del texto, poemas musicales, intervención con objetos, luces y perfumes se estimulan los sentidos. “Se constituyó en la primera obra de la ciudad destinada a espectadores de esa edad”, cuenta Gargiulo. El centro cultural surgió en julio de 2016. Los otros coordinadores son Sandra Maddonni y Carlos Velázquez.

Acá ta es otra obra del grupo para ver en el verano. Apareció después de Dudú y las buenas repercusiones obtenidas. Es, de hecho, su continuación. Pone en escena emociones encontradas entre hermanos, apelando a nuevos colores, estructuras, juegos, canciones y estímulos. “El acento de Dudú está puesto en la actividad teatral para la infancia. Intenta brindar a la comunidad un espacio que favorezca la expresión a través de diferentes lenguajes artísticos y que involucra, de manera activa y participativa, a quienes acompañan a los niños: su familia, sus docentes, la escuela y centros especializados en la niñez”, sintetiza Gargiulo. “Estamos comprometidos a  ser embajadores de la cultura local promoviendo el maravilloso encuentro del niño pequeño y el teatro a través de la mediación de la familia.”