“Este gobierno ha logrado empezar a generar un cambio de paradigma: uno puede ser eficiente en la persecución del delito sin afectar las garantías que todos tenemos”, dijo ayer el ministro de Justicia, Germán Garavano, al defender el proyecto de baja de la imputabilidad de los menores de 16 a los 15 años. El proyecto fue duramente criticado por organismos de derechos humanos e incluso la organización Amnistía Internacional apuntó que la medida “representa un retroceso contrario a los principios internacionales de derechos humanos”, que no tiene en cuenta las observaciones realizadas a la Argentina por parte del Comité de los Derechos del Niño de la ONU.