Una denuncia anónima, la verificación oficial del motivo de la acusación, sumario, y un módico escándalo agitó el candelero político en Granadero Baigorria, donde uno de sus concejales y candidato a intendente quedó apuntado por tener una conexión ilegal de energía en su vivienda familiar.

El edil que quedó en el blanco de las murmuraciones en Baigorria es Guillermo Da Ponte, que va por su segundo mandato, esta vez enrolado en el espacio CREO, dentro del Frente Progresista. Alguien denunció la semana pasada que en un domicilio del barrio Paraíso, en calle Corrientes al 1500 de la ciudad vecina, había una conexión irregular desde la línea de la Empresa Provincial de la Energía hacia el interior de la propiedad. Y acompañó la acusación con fotografías de la conexión irregular. En esa vivienda reside el concejal.

La denuncia recayó en la Dirección de Inspección General. Esa oficina municipal envió un inspector, quien verificó la existencia de tal irregularidad. Según la versión que divulgó la especie, ayer el municipio notificó a la EPE sobre la conexión irregular que detectó en la casa del edil.

La distribuidora estatal acusó recibo y derivó la situación a su área de Control de Pérdidas para interrumpir la conexión ilegal y derivar el expediente al Ministerio Público de la Acusación, donde un fiscal, por lo general, debe abrir una causa por hurto de energía, un delito excarcelable.

La denuncia tomó a Da Ponte en el armado

de una lista propia en alianza con el

concejal peronista Favio Maurelli.

La denuncia tomó a Da Ponte en el armado de una lista propia con el concejal peronista Favio Maurelli, para presentarse como candidato a intendente de Baigorria en las elecciones de este año. Eso llevó a su compañera de bloque, Graciela Bordón, a romper con él para continuar dentro del Frente Progresista. Hasta ahora, Da Ponte integraba el espacio que en la provincia lidera el diputado provincial Ariel Bermúdez.

Da Ponte protagonizó en 2012 un litigio judicial al disputar la banca del Concejo que dejó vacante Mario Rosales cuando asumió como intendente interino cuando Alejandro Ramos pasó a integrar el gobierno nacional de Cristina Fernandez. La Cámara en lo Contencioso Administrativo le dio la razón y así Da Ponte, taxista de oficio, empezó su carrera como edil. Allí comenzó una relación tensa con el oficialismo municipal que hoy tiene al frente a Adrián Maglia como intendente.Da Ponte, quien entró a la política dentro del Frente para la Victoria y luego salió, denunció en junio de 2015 que una patota lo atacó a golpes y amenazas de muerte, y acusó por ello al oficialismo local.