El Fondo Monetario Internacional espera que el programa neoliberal anunciado por Jair Bolsonaro (foto) para Brasil impulse el crecimiento. La actualización del Panorama Económico Mundial del FMI elevó de 2,4 a 2,5 por ciento sus proyecciones para el país vecino en 2019. A contramano de ese optimismo por el alineamiento brasileño con la ortodoxia financiera, el organismo recortó las estimaciones para México, donde acaba de asumir el dirigente de izquierda Andrés Manuel López Obrador. La reducción lleva los pronósticos de 2,5 a 2,1 por ciento para este año.

La economista jefe del Fondo, Gita Gopinath, explicó que la rebaja en las cifras mexicanas responde a la “incertidumbre de las políticas y el impacto que pueden tener sobre la inversión privada”. Los cambios en las proyecciones para Brasil y México replican el comportamiento del FMI con Argentina. A lo largo de los años noventa sobreestimaba el crecimiento del país mientras que en la década kirchnerista lo subestimaba, fallando en ambos casos en sus pronósticos. “Las revisiones a la baja son modestas, pero creemos que los riesgos de que se produzcan recortes más importantes están en aumento”, expresó Gopinath al presentar el reporte en el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza. El FMI ajustó el crecimiento mundial a 3,5 por ciento en 2019 y 3,6 por ciento en 2020; es decir, 0,2 y 0,1 puntos porcentuales por debajo de las proyecciones de octubre pasado. La publicación de los datos coincidió con la difusión de las estadísticas oficiales chinas. Con una mejora de 6,6 por ciento en 2018, China registró la tasa de crecimiento más baja de los últimos 28 años. “El crecimiento chino podría desacelerarse más rápido de lo previsto sobre todo si persisten las tensiones comerciales, lo cual podría desembocar en ventas masivas y abruptas en los mercados financieros y de materias primas”, advirtió Gopinath.

“Las perspectivas para las economías emergentes reflejan los continuos vientos en contra derivados de la merma de los flujos de capital tras la subida de las tasas en Estados Unidos y las depreciaciones de los tipos de cambio”, completó Gopinath.