El Tribunal Supremo de Justicia reconoció la “autoridad legítima” de Nicolás Maduro como “presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela”. “Pudimos observar cómo se ha promovido de forma descarada y al margen de los principios básicos del derecho internacional, el desconocimiento a la institución democrática del país”, manifestó el presidente del TSJ, Maikel Moreno, durante la apertura del año judicial 2019 y el informe de gestión 2018.

"Denunciamos que en Venezuela se está gestando un golpe de Estado con la anuencia de gobiernos extranjeros con un vasto antecedente de conspiración y promotores de guerra fraticida en la región", advirtió el titular del cuerpo, durante un acto al que asistió el jefe del Estado, Nicolás Maduro, y otros funcionarios. En su extenso discurso, Moreno respaldó a Maduro y calificó la autoproclamación de Guaidó como "presidente encargado" como un “golpe de Estado”, que “no sólo trata de mellar la estructura del gobierno ejecutivo sino de todas las demás instituciones que son la base de un Estado democrático”.

Su intervención estuvo teñida por una rotunda crítica hacia Estados Unidos. Moreno parafraseó un poema de Ismael Senrna: “Amar la libertad más que a la vida no es una utopía./ Libertad es un grito que la infamia de los imperios siempre han querido ahogar”. Luego se refirió a la “esclavitud política” que “se inspira en los procesos hegemónicos de los imperios para someter a la democracia e imponer sus criterios”. “El pueblo es conocedor de la verdad, el pueblo es sabio y paciente”, advirtió, frente al Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello. 

“En la actualidad, esa hegemónica amenaza imperial viene de los Estados Unidos (...) y para ese objetivo no se han guardado nada: el descaro con el que hoy actúan representa la más evidente miseria que nace del fascismo”, subrayó. Por último, dejó clara la posición del TSJ ante la situación. “Desde el Supremo Tribunal debemos jugar un papel preponderante en la defensa de la soberanía e integridad nacional”, indicó Moreno, quien agregó que "dejamos claro nuestro reconocimiento a la autoridad legítima constituida de Nicolás Maduro como presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela”.

Maduro, a su turno, consideró que la intentona de golpe de la víspera fue una versión degradada del “carmonazo”, en referencia al fallido golpe de 2002 contra Hugo Chávez. “Un diputado titubeante y muy asustado asume de la manera más informal y dice que desde ese momento es el presidente de un país, ¿dónde se ha visto?”, se preguntó ante una sala colmada, pocas horas después de que las Fuerzas Armadas ratifican su apoyo al orden constitucional.

Más adelante se refirió a los conspiradores e ironizó: “De ahora en más al presidente lo eligen en Washington y lo juramentan en la calle”. “Quieren desmembrar la república y la noción del estado democrático (…) con un presidente títere”, agregó.

Maduro ratificó que “sólo la justicia garantiza la paz” y que la proclamación de Guaidó es un tema judicial, que escapa a sus funciones: “Yo solamente puedo hacer la denuncia”. Como jefe de Estado añadió “quiero que haya paz y libertad y que se respete el estado de derecho”. “Si hay justicia habrá república y habrá paz”, adelantó. Por último, dijo que “si no fuera tan grave lo que han hecho, lo tomaríamos a gracia”.