Un repaso por las listas de los mejores discos según las selecciones de uno y otro lado del Atlántico Norte no entrega un ganador contundente, pero sí varios candidatos al podio. Las primeras que podrían disputarse un lugar son las chicas, como la rapper Cardi B y su debut propiamente dicho (después de dos mixtapes), Invasion of Privacy; el pop de Be The Cowboy, quinto disco de la japo-norteamericana Mitski y el cuarto de la nueva reina del country Kacey Musgraves, Golden Hour. El rock tiene para aportar a ese podio virtual los discos de los ya clásicos Arctic Monkey y los ascendentes The 1975. La sorpresa es que el indie también tiene un candidato con semejante unanimidad en Double Negative, el álbum que marcó el regreso de Low después de tres años de silencio. Un poco mas abajo llegan el veterano Pusha T producido por Kanye West en Daytona, esa pequeña gigante llamada Janelle Monae y su consagratorio Dirty Computer, el regreso en forma de la diva pop sueca Robyn con Honey y el cuarto opus de Ariana Grande, Sweetener. No se quedan detrás los sorprendentes Parquet Courts, punkeándola en el excitante Wide Awake! y la australiana Courtney Barnett, futura visitante porteña. La sangre nueva que ya se deja ver en lo alto de las listas está encarnada en el segundo disco de Idles, Joy as an Act of Resistance, y los debutantes y también australianos Rolling Blackouts Coastal Fever. Así como en dos nuevos fenómenos: el de la francesa Heloise Letissier, que primero fue Christine and The Queens y luego pasó a llamarse simplemente Chris, el mismo nombre de su segundo disco; y el flamenco de Rosalía. Y si de fenómenos hablamos, hay dos bandas de sonido que también se cuelan en las listas: A Star is Born (Lady Gaga mediante) y Black Panther, con Kendrick Lamar al frente.