Para quienes encuentran especial gustillo en embuchar bocaditos en espacios subterráneos, sin una pizca de luz natural, habemus grandes noticias: pronto podrán cenar en una estación de metro abandonada de la ciudad de las luces. Refaccionada a todo trapo, eso sí, como parte del proyecto “Reinventar París”, cuya segunda edición fue lanzada por la alcaldesa Anne Hidalgo para revitalizar decenas de subsuelos de la capital francesa (sótanos, garajes, bodegas), actualmente en desuso. “Bajo los adoquines, ¡el futuro!”, es el consonante lema de una iniciativa que acaba de anunciar a sus ganadores; entre ellos, la agencia arqui parisina SAME, a cargo de dar segunda vida a la vieja estación Croix Rouge del distrito 6, movidísimo arrondissement de Luxembourg. Vieja estación de la línea 10 fundada en 1923, que fue cerrada durante la Segunda Guerra Mundial para nunca más volver a abrir sus rejas, por no ser una parada esencial, y por ser muy caro su mantenimiento. Pues pronto, en 2022, devendrá peculiar restaurant para sibaritas de comidilla orgánica francesa; se llamará Terminus, tendrá a razón de 600 m2 y solo usará las plataformas: por las vías, todavía circularían vagones a máxima velocidad, que verán pasar los comensales de ocasión (ojalá, tras vidrios a prueba de sonido). “Espacio a la vez cooperativo y moderno, este proyecto es un verdadero paso en la dirección correcta para que París afirme su lugar como una capital europea innovadora”, expresó la firma SAME, dándose palmaditas por haber ganado. Si para acceder al restaurant se necesitará boleto, nada se ha dicho; tampoco, cómo mantendrán a raya a los ratoncitos, tan presentes en los subsuelos parisinos.