El gobierno nacional, a través de los CEO a cargo de la cuestionada Agencia del Deporte Nacional, intenta arremeter contra toda la comunidad deportiva, y por el atajo de un Decreto de Necesidad y Urgencia busca garantizar oscuros negocios inmobiliarios y el arancelamiento del deporte, todo ello sin contemplar los procesos de auditoría y control. 

De esta forma, el gobierno nacional arremete contra el Congreso de la Nación, y pretende, mediante una ficticia situación de necesidad y urgencia, imponer la eliminación de la Confederación Argentina de Deportes como entidad superior del deporte argentino (que se le ha reconoce desde el año 1927). 

Mediante esta repudiable medida se intenta disciplinar a la comunidad deportiva, dejando a los clubes de barrio, asociaciones y federaciones fuera del sistema nacional, abortando cualquier tipo de representación institucional, democrática y plural. Sin lugar a dudas, asistimos a una acción desesperada por acallar las voces críticas del conjunto de deportistas y dirigentes, y así se pretende cercenar el legítimo derecho a la participación de quienes han asumido un rol activo en defensa del deporte y sus instituciones.

Esto revela una gravedad institucional inusitada, en cuanto a la crisis que se ha provocado en el deporte desde las estructuras de gobierno que, mediante decisiones arbitrarias han apostado a una continua e ininterrumpida degradación del deporte. 

Sin lugar a dudas cuando hablamos de degradación, estamos refiriendo a responsabilidades funcionales, desde Mac Allister hasta Diógenes de Urquiza, sólo de esta manera puede explicarse que, en tres años, se haya hecho un recorte del 62 por ciento de los recursos presupuestados, pasando de destinarse 1.300 millones de pesos en 2018 a 900 millones en 2019, sumado a ello una inflación del 50 por ciento, incluyendo la pérdida de autarquía financiera del Enard.

Claramente estos números ocasionaron la pauperización del sistema de becas, la nula e inexistente inversión en infraestructura deportiva, los incesantes aumentos de tarifa, a lo que debemos sumar el incumplimiento de las obligaciones legales, como por ejemplo de las que surgen de la Ley de Deportes N°20.655 (modificada por Ley 27.202), y de la ley de creación del Ente Nacional de Desarrollo Deportivo (Enaded) y la Asignación Universal por Hijo en el Deporte.

Por ello, la creación de la Agencia de Deporte Nacional, no ha sido un hecho más, es parte de una acción planificada, que en principio ha puesto en crisis el sistema institucional del deporte, en todos sus estamentos, y para luego plantear una solución mágica e inmediata.

Ante ello, como nunca la comunidad deportiva se ha expedido, y ha dicho ¡¡¡BASTA!!!, ya no estamos dispuestos a tolerar viejas prácticas en la gestión de los recursos públicos, debemos recrear nuevas herramientas, más transparentes, establecer nuevos escenarios donde se escuchen a los actores centrales (deportistas, técnicos, dirigentes), en pie de igualdad, y por supuesto con el compromiso que estructure un mayor control legal  y social.

* Presidente de la Confederación Argentina de Deportes (CAD).