Luego del pedido de la AMIA a la Daia para que abandone la acusación por el Memorándum con Irán basada en la denuncia del fiscal Alberto Nisman, el presidente de la AMIA, Agustín Zbar, pidió perdón por “el error cometido” y solicitó a través de una carta una licencia “de manera indeclinable” a su puesto “para que mis compañeros de Comisión Directiva puedan continuar trabajando con total libertad y no entorpecer el accionar cotidiano de la institución”. “Lamento inmensamente que este pedido haya traído más dolor enojo y divisiones”, consideró en la misiva.

El texto completo

A la Honorable Comisión Directiva de AMIA, a la comunidad, y a la sociedad en su conjunto, quiero expresar mis disculpas sinceras, y sin ningún atenuante, por los hechos y las expresiones equívocas de la última semana.

Durante más de 20 años he sostenido que los responsables del atentado son la organización terrorista Hezbollah y altos funcionarios del gobierno iraní. No he cambiado de posición. Es lo que sostuve siempre, y así lo he expresado de manera pública y privada.

Con respecto al nefasto Memorándum de Entendimiento con Irán, la AMIA reclamó por su inconstitucionalidad, y logró el fallo de Cámara que así lo ha declarado. Es un logro del que estoy orgulloso como judío argentino, y que sigo exaltando. Ese pacto significaba la baja de las alertas rojas de interpol y la muerte de la causa.

También he manifestado que el fiscal Alberto Nisman (Z”L) entregó literalmente su vida por la causa AMIA. Con respecto a su denuncia, el hecho investigado es el móvil de ese memorándum. Esa causa impulsada por la DAIA se encuentra en etapa de juicio oral, y lo investigado es un delito de orden público, por lo que no hay ninguna posibilidad de que la causa no prosiga.

Entendí erróneamente que era mejor para preservar a la comunidad de una contienda política de orden nacional, que esa causa en etapa de juicio oral prosiguiera sin la participación de la comunidad como querellante. Por eso impulsamos ese pedido a la DAIA. Muy lejos de mis intenciones estuvo lavar la responsabilidad de los asesinos y todos sus cómplices. Solo perseguía enfatizar que en el futuro fuera el propio Estado quien persiga las condenas.

Lamento inmensamente que este pedido haya traído más dolor enojo y divisiones.

Asumo absolutamente la responsabilidad del error cometido, pido nuevamente disculpas e informo que, al mismo tiempo, he solicitado de manera indeclinable una licencia por tiempo indefinido en mi rol como presidente de la AMIA, para que mis compañeros de Comisión Directiva puedan continuar trabajando con total libertad y no entorpecer el accionar cotidiano de la institución.

Atentamente,

Agustín Zbar