Con el DNU del Gobierno Nacional que disolvió la Secretaría de Deportes y la reemplazó por una agencia, el futuro del Centro Nacional de Alto Rendimiento es un interrogante. Hoy ubicado en el barrio de Núñez, a mano de todo, podría ser trasladado a los terrenos en los que fue construida la villa olímpica de los Juegos de la Juventud de 2018, en Villa Soldati.

Jazmín Ortenzi nació en Chilecito y vive en el Cenard desde hace dos años. Su futuro es incierto: “No sé qué vamos a hacer, me da mucha lástima porque es un centro de alto rendimiento en un gran lugar, cerca de todo, con muchísimos atletas de años. Yo me entreno en el Racket y me queda muy cerca. Tengo muchos amigos que viven todo el día ahí, es una tristeza que lo saquen”. 

Carla Lucero, su compañera en el equipo de Fed Cup, disparó: “Es muy difícil hablar del tema. Sacan el pulmón de nuestro deporte de una zona cercana a todo. Jazmín vive en el Cenard, y que la manden a vivir tan lejos y en una zona tan peligrosa la liquida. El Cenard es el corazón de todo. No puedo creer que piensen en lo económico; disuelven la Secretaría de Deportes y la verdad que genera mucho dolor. El deporte es salud, hay que sacar a los chicos de la calle, de las drogas, y es la única herramienta para conseguir eso. Ojalá que no sea demasiado tarde”.

Cati Pella, en consonancia, también fue dura con las autoridades: “Lo del Cenard es una locura, una estupidez. Con lo que significa, con lo cerca que está de todos lados. Lo que hicieron sólo podía hacerse por plata y se hizo por plata. Es muy injusto para todos los deportistas. Yo vivo cerca de ahí porque está el Cenard; si nos mandan a Lugano nos parten al medio. Nadie pensó en eso, sólo pensaron en los millones que podían ganar con esta movida”.