El derrumbe del consumo es una mirada conexa con el encarecimiento de la canasta básica en Rosario. Luego de que la Secretaría de Producción municipal revelara la semana pasada que la facturación disminuyó casi 10% respecto de 2017, ayer la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) divulgó que la venta tradicional de bienes en comercios retrocedió 11,6% interanual y coronó así 13 meses consecutivos de declive. La Asociación Empresaria de Rosario (AER) contribuyó con datos locales a ese informe. Su titular, Ricardo Diab, señaló que las cifras nacionales coinciden a grandes trazos con las rosarinas.

"Enero se encontró con un cliente comprando lo justo y necesario, y un empresario dispuesto a vender como sea. Hubo grandes descuentos por compra en efectivo y facilidades de pagos con tarjetas, en muchos casos asumiendo los costos el negocio", resumieron. La venta on line aumentó 4,8%, pero todavía no tiene la dimensión suficiente como para empardar el balance.

Según Came, 8 de cada 10 comercios vendió menos el año pasado. Los rubros más afectados: bijouterie, calzado, muebles, bazar y joyerías.

Diab comentó a Rosariol12 que "dentro de la malaria absoluta, Rosario tiene más recursos, más formas de generar recursos es mayor que otras provincias en el interior, por el campo, industria, servicios". Sin embargo, desde el mostrador los comerciantes notan cambios en el hábito de consumo de la clientela. "Se está viendo la sustitución de las primeras marcas, supermercadistas y almaceneros ven mayor salida de segundas y terceras marcas. Otro cambio: antes no era frecuente comprar alimentos con tarjeta de crédito, y ahora sí", reveló el presidente de la AER.