Tras el escándalo que derivó en el pedido de licencia del presidente de la AMIA, Agustín Zbar, –organización que había pedido abandonar la querella de la colectividad judía en la causa por el Memorándum con Irán– el titular de la DAIA, Jorge Knoblovits, afirmó que desconoce si ese acuerdo se trató de un delito. “No sé si hay delito en el Memorándum”, afirmó Knoblovits y agregó que coincide con el pedido para que sea citado a declarar el ex titular de Interpol, Ronald Noble, quien reiteradamente viene desmintiendo la hipótesis del encubrimiento sostenida por el fallecido fiscal Alberto Nisman.

A pocos días de la virtual renuncia de Zbar a su cargo al frente de la AMIA, el conflicto por la causa iniciada a raíz de la denuncia de Nisman continúa su curso. Knoblovits, enfrentado con la idea de Zbar de apartarse de la querella, consideró que su paso al costado “es acertado”. “No le adjudico mala fe a la carta de la AMIA, no creo que haya acuerdos políticos detrás de eso”, señaló tratando de bajarle el tono al conflicto. El dirigente consideró que “el error de Zbar no fue la carta, que no nos gustó, sino que se difundiera”. Para sumarle épica a su postura (y pese a que negó que existiera un entramado político detrás) reivindicó la decisión de la DAIA de continuar con la querella. “Si quisieron presionarnos no lo lograron”, remató. 

“Si me preguntan si hay un acuerdo del presidente de la AMIA con alguna fuerza política les digo que no, no le adjudico mala fe, creo que fue una torpeza pero insisto en que el problema no es la carta, somos unas 120 instituciones y todos piensan diferente, pero nadie la hace pública para que esto sea un tema de escándalo nacional”, insistió el titular de la DAIA.

Al referirse puntualmente al Memorándum con Irán, Knoblovits declaró: 

“No sé si hay delito en el Memorándum, por eso seguimos pidiendo que se investigue para saberlo. Creemos que aunque tenga un viso de legalidad porque lo votó el Congreso realmente quería terminar con la causa AMIA, sacarla de los jueces naturales, sin olvidarnos que tenía otra intención diferente a averiguar la verdad de la causa. Alguna semiplena prueba de delito ya la justicia tiene así que debiera ser elevada a juicio oral la causa”. En concreto, atribuyó una intencionalidad política aunque reconoció que la aprobación por parte del Congreso le otorgó “un viso de legalidad”.

“No sé por qué no se citó a Ronald Noble todavía, estaríamos de acuerdo con su declaración en la causa, todos los que tienen algo que decir deberían ser citados, cuanto más pruebas mejor, queremos que se sepa lo que pasó”, insistió.

Por otro lado, reconoció: “el día que falleció Nisman preferí apuntar que era un suicidio porque nos ponía ante un escenario de magnicidio, pero después me di cuenta que no”. Respecto de la causa por el esclarecimiento del atentado perpetrado en 1994, señaló que “no se avanzó nada”. Nisman fue fiscal especial asignado a esa caso durante 11 años.