“Después de 25 años, la dirección de la colectividad judía reconoce que renuncia al camino que ella misma eligió y alentó, aún sabiendo que nunca aparecieron pruebas para esa imputación mientras decía que ese camino era el único que llevaba a esclarecer el atentado. Eligió seguir manipulando los hechos, ahora en nombre de la ‘unidad y paz’ de su colectividad y despolitizar el crimen político más importante de las últimas décadas, lo que equivale a sostener conscientemente el encubrimiento y la impunidad... Es lo opuesto al reclamo por verdad y justicia”. De esta manera se pronunció Apemia, y acusó tanto a la DAIA como a la AMIA de “sembrar confusión” para “ocultar su propio papel encubridor” del atentado.