La Federación de Entidades Culturales Judías (ICUF Argentina) planteó que “la opinión pública argentina contempla con estupor el conflicto que se ha suscitado entre la AMIA y la DAIA, dos importantes instituciones que representan a una parte –sólo una parte– de la colectividad judía de nuestro país”. En una declaración firmada por el presidente de la entidad, Marcelo Horestein, y su secretario general, Isaac Rapaport, describieron las idas y vueltas de los últimos días como “un conventillo donde dos bandos disputan poder, intereses, negocios, egos. Pero una y otra tratan de salir de manera elegante del barrial en el que se involucraron por propia determinación y fueron (o son) cómplices de una maniobra (desestabilizadora en su momento), que a luces vistas era infame por donde se la mire”. “El Memorándum de Entendimiento con Irán permitía abrir una puerta cuando todas estaban cerradas”, remarcaron y cuestionaron a la DAIA y la AMIA por prestar un acuerdo inicial y luego iniciar una estrategia para declarar inconstitucional primero el memorándum y luego acusar de traición a la patria a los funcionarios que lo impulsaron.