Trato de ser lo más objetivo posible, más allá de mi clara pertenencia a la clase trabajadora, política y profesionalmente.

Para cualquier análisis favorable se debe tener en cuenta el factor desempleo que ha crecido alarmantemente, como la situación de las pymes ahogadas por los tarifazos, las tasas de interés verdaderamente usurarias, la terrible baja del consumo, la caída del PIB, el feroz endeudamiento externo, etc.

Los Bancarios lograron una actualización salarial del 46 por ciento en 2018 más un 1,6 en enero, retroactivo a diciembre. Los gremios que alcanzaron un incremento salarial cercano al 45 por ciento fueron Supeh (que logró el 45,1), FAECyS (25 acordado previamente, más el 20 acordado en diciembre), la CACC (también había acordado primero un 25 y luego actualizaron un 20 más), para los Judiciales se les otorgó el 5 por ciento en enero como reajuste del año anterior, 10 por ciento en abril, 10 en agosto, 10 en octubre y otro 10 en diciembre.

El Supta (Peajes) llegó al 40,5 por ciento (a mediados de año acordó un 25,5, y en diciembre el 20 restante) y mantienen el bono de 18.000 pesos para fin de año. 

El sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa llegó a un 40 por ciento de aumento. 

Los frigoríficos habían acordado un 20 por ciento en mayo y ahora para el período octubre-diciembre acordaron un 16 por ciento más que da un total del 36 por ciento.  

Los trabajadores de casas particulares acordaron en agosto un 25 por ciento en tres cuotas y en diciembre un 5 más. En total estaría en 30.

Los trabajadores de juegos de azar acordaron un 20 por ciento en cuatro cuotas (un 5 en mayo, 5 en julio, 5 en septiembre y 5 en octubre). 

Estas son las circunstancias pero también quiero decir que no son consecuencia de fenómenos de la naturaleza: tienen clara y concreta responsabilidad los funcionarios a cargo de la cosa pública. Y frente a ello no debe haber impunidad. Y no se trata sólo del juicio de la historia, sino también de la responsabilidad personal y patrimonial que quienes condujeron a nuestro país a este desastre social, político y económico. 

Afortunadamente la historia continúa.

* Abogado laboralista. Presidente de Fuentes.