A casi un año de la internación psiquiátrica de uno de los principales acusados por las muertes de David Campos y Emanuel Medina, la Cámara Penal ordenó que se ponga fecha "en el menor tiempo posible" para la demorada junta médica de salud mental. La decisión llegó a pedido de la querella que representa a las familias de las víctimas, quienes reclaman que el acusado esté detenido en Piñero mientras espera el examen, ya que los informes clínicos hablan de "mejoras" en su salud mental. Al mismo tiempo, lamentaron que el estudio es lo único que retrasa el juicio que esperan para mayo. "Si seguimos así, no sé cuándo va a ser. Solo queremos que llegue el momento de que sean juzgados", reclamó Germán Campos, hermano de una de las víctimas. 

Después de cinco órdenes judiciales, la pericia aún no se realizó. Tanto el fiscal Adrián Spelta como la querella plantearon, el año pasado, que no fueron notificados de la internación de uno de los tiradores de la balacera que terminó con la vida de los dos chicos, en junio de 2017, y que se trató de una medida sin orden judicial.

Ayer, la Fiscalía planteó que el examen solicitado por la defensa es una estrategia para plantear la inimputabilidad de Alejandro Bustos. Y agregó que los últimos informes de la Clínica Avenida dan cuenta de que se encuentra "en un buen estado de salud mental". Y detalló: "Expresa que las ideas suicidas desaparecieron y que tiene una mejor relación con otros internos".

Con esos y otros argumentos, la querella reclamó que finalice la internación del imputado en la clínica psiquiátrica privada y que sea llevado a Piñero; pero la jueza insistió con que permanezca internado hasta que se haga la pericia.

El policía está acusado, junto al oficial Leonel Mendoza, de ser uno de los autores de los disparos mortales contra dos jóvenes que terminaron sin vida en Arijón y Callao, tras una persecución policial por zona sur. En la causa hay una veintena de uniformados implicados por encubrimiento y falsedades, ya que la acusación apunta a que intentaron hacer creer que se trató de un enfrentamiento y hasta les plantaron armas a las víctimas.

Al momento, los dos agentes mencionados son quienes quedaron presos en la causa. El resto espera el juicio en libertad o en prisión domiciliaria. Sin embargo, Bustos permanece en una clínica desde que el año pasado se informó un traslado desde la comisaría 10°, donde estaba detenido, por un supuesto problema de salud mental. Con ese dato las partes llegaron a una audiencia en la que dieron cuenta de que no se dio orden para realizar esa medida; pero nada cambió hasta el momento.

Ayer, a la hora de resolver, la jueza Carolina Hernández entendió que el acusado se encuentra cumpliendo la prisión preventiva, ya que está internado con custodia permanente del Servicio Penitenciario provincial. En tanto, ordenó que se fije "lo antes posible" la fecha para la pericia que permitirá destrabar el proceso.

Germán se quejó ayer porque la demora en realizar la medida retrasa el juicio oral y público que esperan para mayo. El enojo de los familiares tiene que ver con que no se les explicaron las razones certeras por las que el acusado que más disparos efectuó contra las víctimas permanece fuera del penal de Piñero.

Medina y Campos tenían 32 y 28 años. La noche previa al hecho fueron a un boliche. Antes del mediodía del 23 de junio, circulaban en un VW UP!, que conducía Emanuel y empezaron a ser perseguidos por la policía, en la zona sur, cerca de sus casas. 28 minutos después, chocaron contra un árbol, en Callao y Arijón, donde llegaron todos los móviles y allí mismo fueron acribillados.