Nuevos y estremecedores relatos complican la situación del sindicado abusador serial, Luis Marcelo Escobar, quien se hacía pasar por policía para someter a jóvenes de entre 14 y 25 años. Ayer, una de las víctimas contó cómo los engañó a ella y a su novio; mientras que otra de las jóvenes fue amenazada de muerte y abusada con un arma en la nuca.

Cada una de las 18 víctimas sometidas por Escobar, el hombre de 42 años que vivía con su familia en San Nicolás y viajaba a Rosario para buscar chicas, revela nuevas aristas del acusado que usaba un mismo modus operandi.

Una de las víctimas, de 15 años, fue interceptada mientras caminaba con su novio, de 17, por Rivarola y Provincias Unidas, la noche del 16 de junio de 2015. Con el handy en la mano y vestido de policía, les dijo que andaba buscando a una parejita acusada de vender drogas y les ordenó subirse al auto. "Negro, la vamos a hacer fácil, porque si te llevo a la comisaría vos quedás preso, esperanos acá que te vamos a pasar a buscar", relató ayer el novio de la chica sobre la forma en la que se lo sacó de encima. "Yo era muy chico y apenas bajé pensé 'qué hice, cómo la dejé sola'" dijo ayer. Enseguida pidió ayuda a unos vecinos y fue a la comisaría. La chica fue llevada a un descampado donde el acusado la manoseó y obligó a practicarle sexo oral, algo que no pudo declarar en la primera denuncia "por vergüenza".

En tanto, otra de las víctimas tenía 22 años y volvía de la escuela, a las 19.30 del 2 de julio de 2015, en México y French, cuando Escobar la interceptó y le dijo que sus características físicas y ropa coincidían con una chica que vendía drogas en la zona, según la versión de dos jóvenes a quienes había encontrado con "mucha droga". Se hizo pasar por agente "encubierto" y le pidió el teléfono de su madre para simular hablar con ella y avisarle que tendría que llevar a su hija a la comisaría por averiguación de antecedentes. Al llegar al descampado la manoseó, el dijo que se parara con las manos sobre el techo del auto y abriera las piernas. Le apuntó con un arma en la nuca y le dijo que hiciera lo que él decía o la iba a dejar "desnuda, con dos tiros en la cabeza, tirada en un arroyo". Tras ello la dejó en Circunvlación y Gorriti. "Cruzá que yo te miro para que no te pase nada", le dijo cuando bajó del auto. "Yo le dije que me acababa de violar, qué más me podía pasar", sollozó en su declaración de ayer. La muchacha reveló que desde entonces sentía tanto miedo que llegó a cambiarse el color de pelo para que él no la reconociera. "Me había amenazado de muerte y temía por mi vida", aseguró con una angustia que le apagaba la voz.