Francisco Javier Galarza fue condenado a 14 años de prisión por abusar sexualmente de la hija menor de su pareja durante siete años en la ciudad santafesina de Santo Tomé. “Se trata de un hecho gravísimo con el que el acusado generó un real sometimiento y humillación en la niña que, al momento de los abusos, transitaba la escuela primaria”, sostuvo Alejandra Del Río Ayala, una de las fiscales del caso. Según la fiscalía, cuando la madre de la niña se enteró de los abusos, le pidió a su hija que no dijera nada y la llevó a vivir con su abuela paterna. “A partir de ese momento, integrantes de la familia materna de la menor empezaron a sospechar, le preguntaron a la víctima que había sucedido y luego motorizaron la denuncia de los hechos”, indicaron. La fiscalía agregó que el tribunal impuso la condena “por unanimidad”.