“Contrapunto de rima e ingenio”: así se define A Cara de Perro Zoo, la competencia de freestyle de producción independiente más antigua y popular de la Argentina. Mientras se prepara para la celebración de su primera década de existencia, el certamen desembarcará esta tarde, a partir de las 17, en La Quince Espacio Cultural (Corrientes 5426) para celebrar el Round Buenos Aires 2019. “Esta edición es para todas las edades”, aclara Mustafá Yoda, creador y productor del evento, así como figura histórica del rap argentino. “El jurado, que está conformado por Emanuel Gabotto, quien es considerado el mejor payador del país, y Cold, último ganador de la competencia (junto con el cordobés Paulo Londra, hoy el artista nacional más escuchado en Spotify) y yo, tendremos un trabajo bastante arduo. De los 250 concursantes inscriptos, sólo pasarán el filtro 16. Y después vendrán propiamente las competencias. Cada competidor tiene 45 segundos para abordar una temática, en la que evaluaremos pushline, métrica y flow. A partir de eso, vamos a darle el puntaje”. 

–Una de las novedades de esta A Cara de Perros Zoo es la puesta en práctica del cupo femenino en los espectáculos musicales. ¿Eso responde a los comentarios que realizó la organización del festival Cosquín Rock acerca de por qué no hubo una participación femenina notable en su última edición? 

–Lo del cupo femenino lo dimos a conocer hace quince días, por lo que no tiene nada que ver ni está ligado a ningún hecho que haya sucedido recientemente, ni responde a lo que pasó en Cosquín Rock. Es sólo Sudamértica (nombre del colectivo artístico creado por Mustafá Yoda)  dando el ejemplo e intentando mostrar que es posible llevar adelante esa propuesta. Así que nos convertiremos también en la primera batalla de freestyle que tiene cupo femenino obligatorio. De los dieciséis competidores que pasarán el filtro, cuatro serán las mujeres preseleccionadas. ¿Por qué no el 50 por ciento? Porque éste es un primer paso. Y es que de los 250 aspirantes anotados, 40 son mujeres. Por eso no podemos hacer 50 y 50.

–Otra de las innovaciones será la participación de público muy joven...

–Somos la única competencia que tiene categoría “Junior” en habla hispana y somos la que premia el ingenio sobre el insulto verbal. Por eso tenemos un payador entre los jueces. Por ahí somos también la más sofisticada, a partir de todo esto. A casi una década de su creación, somos igualmente el certamen con más ediciones ininterrumpidas y la más longeva de América latina. Incluso, ya la hicimos en El Salvador,  Guatemala, México, Chile y Uruguay.

–Al menos en 2017, parecía que el freestyle se encontraba en picada, tras el arraigo del trap entre el gusto del público, pero luego demostró que goza de muy buena salud. Sin embargo, según tu opinión, ¿pueden convivir ambas propuestas?

–Totalmente. Estamos en el año ‘88 de Estados Unidos. Era una época de puro freestyle y después vinieron las canciones de protesta. Y que pase esto en la Argentina no es fortuito. Esto es un deporte mental y no necesitás plata para realizarlo. En época de crisis, es una gran respuesta artística para los chicos. Creo que el fenómeno del trap es simple: va con la tecnología, tiene que ver con el acá y el ahora. Me parece que es acorde a la actualidad de América latina que funcione. 

–Lo que sí ha mermado en el hop hop argentino es la canción. ¿Pensás que se debe al auge del freestyle? 

–Me parece que es un primer buen acercamiento. Es una invitación a la cultura hiphopera. De hecho, cuando me metí en esto me encontraba escribiendo canciones mientras hacía freestyle. De cara a estos últimos años, hace once que no saco un disco nuevo. 

–¿Entonces dejaste de rapear?

–En 2012 saqué una reversión de canciones llamada La poderosa, con invitados como Dread Mar I. Si bien funcionó muy bien ese trabajo, me dediqué a transformar mis rimas en hechos. Fui Personalidad Destacada de la Cultura por Buenos Aires y en abril lo seré a nivel federal mediante un acto en el Congreso. En marzo me estoy yendo a una cumbre en Colombia. Se están haciendo actividades de hip hop en América latina. Hay gestores en esas cumbres. Están pasando cosas muy interesantes en la región. Sin ir muy lejos, lo del trap argentino es muy interesante porque los chicos de esa movida son los que más suenan en Latinoamérica. 

–¿A qué te referís?

–No reniego para nada del trap. Si tuviera 20 años, lo haría. Me parece que está acorde, como yo antes hacía ego trip con el rap. Si no lo hago más es por la edad y porque tengo dos hijos. Son ciclos. Me parece bueno lo que sucede en la Argentina. El mundo está poniendo todos los cañones en lo que sucede acá. Hay que usar esa fuerza. Los artistas de rap no tienen que bajar los brazos y tienen que sacar discos buenos que estén a la altura de las expectativas. Me parece que los chicos del trap hicieron algo muy bueno que fue tirarse para arriba, un arrebato propio de los millennials. Y es que la vieja escuela, en vez de tirar arriba al otro, no lo hizo. Por eso no avanzó nada.

–¿Cómo sigue A Cara de Perro Zoo tras el Round Buenos Aires?

–Hicimos un par de provincias y países, pero al final serán ocho provincias argentina e igual número de países. En cuanto a la Final internacional, estamos confirmando la fecha y el lugar. Hay países interesados en hacerla. Por primera vez lo descentralizamos.