Las fotos de la segunda Superluna del año, y la última última que podrá verse hasta dentro de siete años, coparon las redes sociales a medida que el satélite se alcanzaba a ver en diferentes ciudades del mundo.

El fenómeno ocurrió porque la luna alcanzó esta madrugada el punto de órbita más cercano a la Tierra y por eso se pudo apreciar más grande y brillante que de costumbre. A diferencia de la anterior que se conoció como luna de sangre por su color rojizo, esta vez el satélite se mostró con todo su resplendor blanco.

AFP
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