El ajuste y los aumentos de tarifas ponen en jaque a los estudiantes. “Los tarifazos constantes y el ajuste en general están llevando a la deserción estudiantil. Calculamos que un estudiante gasta 1500 pesos en viajes durante un mes”, señaló a Página/12 Fernando Ramal, uno de los presidentes de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA). La organización gremial se concentró frente a la legislatura porteña para reclamar un boleto educativo que otorgue descuentos en los pasajes a estudiantes y docentes.

“Está cayendo la matricula y en la ciudad no hay boleto educativo. Hay descuento para primaria, secundaria y terciarios, pero no para universitarios”, destacó Ramal mientras sus compañeros organizaban el reclamo frente al palacio legislativo de la ciudad. Distintas provincias y ciudades del país tienen el boleto diferenciado para estudiantes en distintas modalidades. En Córdoba el boleto rige para la comunidad educativa, es decir, primaria, secundaria, terciarios y universitarios, incluidos los docentes. En La Plata se aprobó una ley de boleto estudiantil, pero aún no fue puesta en funcionamiento.

“Queremos una tarifa diferencial para el transporte para estudiantes y docentes. Se trata de una demanda histórica, que es potenciada por el ajuste y la caída del poder adquisitivo”, aseguró el covicepresidente de la FUBA, Sacha Unamuno, integrante de Nuevo Encuentro. Los dirigentes estudiantiles juntan firmas en un petitorio para fortalecer la presentación de un proyecto de ley que ingresará a la legislatura a través de los legisladores opositores.