Un niño de 12 años murió ahogado en la pileta de un club perteneciente al Sindicato de Empleados de Comercio en la ciudad balnearia de Mar del Plata. Detuvieron a los tres guardavidas que trabajaban en el lugar, acusados de homicidio culposo. No sólo los imputan de no haber vigilado la pileta, sino que el cuerpo del niño fue encontrado por un padre que estaba nadando.

Ayer a las dos de la tarde, encontraron el cuerpo del niño en una pileta de varios metros de profundidad ubicada en la sede de un predio del gremio que conduce Armando Cavalieri. El chico había ido ese mediodía a participar de un cumpleaños junto con un grupo de amigos. El padre de uno de esos niños fue quien encontró el cuerpo del pequeño lo sacó de la pileta.

Según fuentes policiales, el chico “fue retirado de la pileta inconsciente y no se sabe hace cuánto estaba ahí”. Una enfermera acudió a realizarle maniobras de reanimación cardiopulmonar y, después, intervino personal médico que llegó en una ambulancia. Sin embargo, el niño no respondió a la reanimación.

Uno de los adultos que se encontraba en el natatorio contó que en el lugar había tres guardavidas, una mujer y dos varones, que estaban “tomando mate en un extremo de la pileta y recién se tiraron al agua cuando ya lo estaba sacando el hombre al nene”. Al confirmar el fallecimiento del niño, los padres y otras personas que estaban en el lugar, donde también funciona una colonia de vacaciones, increparon a los guardavidas y debió intervenir personal de la comisaría sexta.

El fiscal Rodolfo Moure, de la Unidad Funcional de Instrucción de Delitos Culposos, fue quien intervino en el caso y dispuso la detención de los tres guardavidas. Además, ordenó la extracción de sangre y la realización de un test de alcoholemia. Los tres guardavidas fueron trasladados a la Unidad Penal de Batán y hoy temprano deberán prestar declaración indagatoria en los tribunales marplatenses, imputados por “homicidio culposo”. Moure también ordenó la clausura del predio ya que cuando le pidió al encargado del lugar los certificados de habilitación municipal y los contratos de los socorristas, el hombre afirmó que no estaban en la sede. Luego de la clausura, cinco patrulleros se vieron obligados a intervenir para desalojar el predio.